En este ciclo de vida en particular, la alimentación juega un papel trascendental, ya que para el pleno crecimiento y llegada a la adultez se hace indispensable una dieta que cubra sus requerimientos energéticos de acuerdo a su exigencia física y mental. El consumo de verduras y vegetales aporta energía de forma saludable.  

Por lo anterior se sugiere disminuir las comidas ricas en grasa, azúcares, así como embutidos, los cuales cuentan dentro de los alimentos más preferidos a esta edad y que incrementan problemas relacionados con el acné, sobrepeso y colesterol.