Distrito Capital, Bogotá
Martes, 20 de Noviembre de 2018
Las capturas se efectuaron en Bogotá, Tibú y Cúcuta.

En desarrollo del plan de choque ‘El que la hace la paga’, Seguridad con legalidad’, ordenado por el presidente de la República, Iván Duque Márquez, la Policía Nacional de todos los colombianos, a través de la Dirección Antinarcóticos y en articulación con agencias internacionales, ubicó y dejó a disposición de la justicia a 25 presuntos miembros de una organización de narcotráfico, que realizaba envíos mediante la utilización de avionetas hacia Estados Unidos, Alemania y Países Bajos.

El contundente resultado de la Operación Elite fue posible gracias a las labores de investigación criminal en contra de la estructura criminal liderada por un hombre conocido en el mundo del narcotráfico como Olinto, quien perteneció a las desaparecidas Farc. Tenía una finca en los llanos avaluada en cerca de 25 mil millones de pesos.

Junto a su hermano, de apellido Salazar, según las informaciones recopiladas, coordinaban el traslado de los cargamentos de cocaína desde la región del Catatumbo, en Norte de Santander, hacia pistas clandestinas del estado de Zulia en Venezuela. Los dos fueron capturados en desarrollo de la operación.

La organización utilizaba aeronaves para enviar el alcaloide, las cuales eran procedentes de Brasil. Estaban acondicionados por la estructura criminal para evitar ser detectados fácilmente por las autoridades. Se logró evidenciar que uno de estos aviones pequeños se accidentó el pasado mes de mayo en aguas limítrofes entre Venezuela y Brasil, siniestro que ocasionó la muerte de un piloto de nacionalidad brasileña.

Una vez preparadas y listas, las aeronaves despegaban rumbo hacia Honduras y Guatemala, donde el cargamento era recibido por ciudadanos de esos países, quienes servían como enlace con los carteles mexicanos de ‘Sinaloa’ y ‘Nueva Generación’. Posteriormente, se hacían los envíos a Norteamérica y Europa. La organización lavaba el dinero a través de empresas legalmente constituidas y casas de cambio en la ciudad de Cúcuta.

Producto de las investigaciones lideradas por la Policía Nacional, a través de la Dirección de Antinarcóticos, fueron capturados dos sujetos que la son los socios mayoritarios de la compra de las sustancias químicas para el procesamiento del alcaloide.

Dentro de los demás señalados integrantes de la organización capturados figuran:

‘Vicencio’: residía en Tibú y era el encargado de realizar el almacenamiento de las sustancias sólidas y líquidas en grandes bodegas. Además, coordinaba el transporte y envió hacia los laboratorios en el Catatumbo.

Freddy’primo de ‘Olinto, líder de la organización. Era el responsable de construir los complejos cocaleros y de entregar las fórmulas químicas para la producción de cocaína.

Juan’: tío de los hermanos Salazar.  Era considerado la prenda de garantía en los laboratorios de producción de cocaína y supervisaba que no se presentaran pérdidas y se cometieran hurtos por parte de los trabajadores de la red criminal.

Jinier’tenía registradas por parte de Migración Colombia 10 salidas del país hacía Estados Unidos, Alemania, Honduras, Guatemala, Barcelona y México. Era el encargado de verificar la calidad y pureza de la cocaína con los inversionistas del negocio criminal.

 “Este es un duro golpe contra las organizaciones asociadas a los carteles mexicanos. Durante el desarrollo de la operación, incautamos cerca de 20 toneladas de cocaína, inmovilizamos ocho aeronaves y fueron detenidas 25 personas”, puntualizó el director de la Policía de Antinarcóticos, general Fabián Laurence Cárdenas Leonel.

Este importante resultado operacional contra el narcotráfico, en el marco de la estrategia por una ‘Democracia Segura’, hace parte de la consolidación del proceso de Modernización y Transformación Institucional (MTI), que busca entregarle al país policías más humanos, íntegros, disciplinados, innovadores y efectivos en su gestión; policías más cerca del ciudadano.

La Institución reitera que está disponible la Línea 167 Antidrogas ‘Todos contra el narcotráfico’, en la que la colaboración ciudadana, especialmente a través de la Red de Participación Cívica, es clave para reportar la presencia de jíbaros u ‘ollas’ en barrios y comunidades y cualquier actividad relacionada con el tráfico de drogas ilícitas.