Distrito Capital, Bogotá
Viernes, 21 de Diciembre de 2018
Policías de la Dirección Administrativa y Financiera les llevaron regalos y amor hasta la puerta de su casa.

En estas fechas decembrinas todos queremos festejar junto a nuestros seres queridos en paz y armonía, al lado de un hermoso árbol de navidad lleno de regalos y una deliciosa cena, olvidando que, en diferentes partes del mundo, se encuentran personas de muy escasos recursos para quienes esta época no es la más feliz.

Sin embargo, en el camino de la vida institucional, se encuentran ángeles de carne y hueso, quienes desde el fondo de su corazón ofrecen momentos de alegría a los más necesitados sin esperar nada a cambio.

Este es el caso del subintendente Guillermo Alberto Rozo Rodríguez, quien, junto a su equipo de trabajo en el Área de Contratos de la Dirección Administrativa y Financiera, regalaron un día de felicidad a cinco niños residentes del barrio Bogotá, segundo sector (Vista Hermosa) de la localidad Ciudad Bolívar.

La historia inició luego de que el uniformado conociera a estos pequeños cuando trabajaba en el CAI Vista Hermosa, y fue en uno de sus habituales patrullajes donde los encontró, en una humilde vivienda, con frio y sin un adulto responsable que se encargara de sus cuidados, pues su madre, como muchas mujeres cabeza de familia en esas condiciones, se encontraba buscando el sustento diario para su familia trabajando como vendedora ambulante.

El subintendente se vio tentado a entregar los niños a Bienestar Familiar para su asistencia, pero se abstuvo al ver que su progenitora no los dejaba solos por irresponsabilidad, sólo la persuadía el afán de llevar el alimento y conseguir los cien mil pesos mensuales de arriendo.

Ella era la cara de la necesidad, dejaba a su hijo de solo once años a cargo de los más pequeños y en un acto de humanidad el subintendente Rozo adoptó a esta familia. Se dedicó a tocar puertas en busca de ayuda, con los comerciantes del sector y en muchas ocasiones recurrir a sus propios ingresos, ofreciendo algo que todos deberíamos tener; calidad de vida.

Guillermo Rozo es un caso entre muchos otros en donde un miembro de la institución, mostró la bondad del ser humano, la ayuda al prójimo y los valores que caracterizan a quienes integran la Policía Nacional de todos los colombianos.

Los cinco niños: de dos, cinco, seis y once años de edad, recibieron juguetes, ropa, y comida, es decir una navidad con abundancia, diversión y en familia.