Presentes en la basílica menor del Señor de los Milagros de Buga

El turismo religioso en Colombia está fuertemente motivado por la fe y en algunos casos por el arte y la arquitectura de los templos religiosos. En la actualidad varias ciudades se han vuelto objeto de peregrinaje en temporadas de Semana Santa, navidad y temporadas de vacaciones lo que ha permitido que en el sector turístico aparezcan prestadores de estos servicios especializados en la religión.

Por lo general, los turistas religiosos suelen tener estancias cortas y pueden abarcar desde simples visitas a santuarios o lugares sagrados como a grandes movilizaciones de personas que hacen peregrinaciones. También incluyen visitas a las tumbas de personajes que tuvieron una vida santa.

Uno de los destinos preferidos y de más concurrencia en todas las temporadas del año es la basílica menor del Señor de los Milagros de Buga, ubicada en el municipio de Guadalajara de Buga, departamento del Valle del Cauca en el centro histórico, donde se encuentran otros templos religiosos como la Catedral de San Pedro Apóstol y la iglesia de San Francisco de Asís. La Basílica fue inaugurada el 2 de agosto de 1907 y en 1937 el Papa Pio XI le otorgó el título de basílica menor.

La Basílica menor del Señor de los Milagros de Buga, es famosa precisamente por la imagen que representa a Cristo ya muerto con el cuerpo muy inclinado, la cabellera empapada de sangre y los labios entreabiertos, de 50 centímetros de altura en hierro fundido. Esta imagen empezó a conocerse como "Señor de los Milagros" a raíz de la prueba de fuego a la que fue sometida en 1605 por orden de la Curia diocesana en el momento situada en Popayán. La prueba se realizó porque se decía que el Cristo era un objeto de magia negra y de brujería de la época. Rodeada de llamas, la efigie se puso a sudar copiosamente, un sudor que fue recogido por la gente en pedazos de algodón. Algunos presentes aseguraron que ese algodón impregnado logró sanar sus males, y de inmediato el Cristo fue bajado del fuego.

Con todo esta riqueza cultural y patrimonial la Policía Nacional busca seguir impulsando el turismo religioso en el país, por medio de uno de los programas bandera de la Dirección de Protección y Servicios Especiales, Guardianes del Turismo y Patrimonio Nacional, el cual está conformado por  jóvenes que son capacitados por la Policía de Turismo con apoyo de  diferentes entidades entre ellas el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la fundación Semilleros de Historia con el fin de que estos jóvenes puedan liderar campañas de promoción y protección al patrimonio cultural del país.

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