Distrito Capital, Bogotá
Sábado, 14 de Marzo de 2020
Valentía, optimismo y disciplina son algunos valores que caracterizan a nuestra compañera Andrea Lucia Parada Nonsoque.
  • Valentía, optimismo y disciplina son algunos valores que caracterizan a nuestra compañera Andrea Lucia Parada Nonsoque.
  • Valentía, optimismo y disciplina son algunos valores que caracterizan a nuestra compañera Andrea Lucia Parada Nonsoque.
  • Valentía, optimismo y disciplina son algunos valores que caracterizan a nuestra compañera Andrea Lucia Parada Nonsoque.

 

Esta es la historia de Andrea Lucia Parada Nonsoque, nacida en el departamento de Boyacá en la ciudad de Tunja, su Familia está conformada por sus padres Wilson Parada Lucia Nonsoque y sus tres hermanos Andrés, Brenda y Sebastián; donde actualmente manifiesta estar orgullosos de su profesión y lo valiente que es al haber tomado la decisión de ser Policía.

Nació el 23 de marzo de 1989, con 30 años de edad, es Técnica en Diseño Gráfico y empírica en el dibujo, actualmente trabaja en la seccional de investigación criminal “SIJIN MEBOG”, Unidades de Fiscalía.

Terminó su bachillerato en la Normal Superior Santiago de Tunja en el año 2006, siempre decidida presentarse a la Policía Nacional, pero por cuestiones económicas no fue posible, “ese siempre fue mi sueño, pero cada vez que pasaba el tiempo se disminuían las posibilidades de incorporarme” manifiesta.

En la ciudad donde nació y creció era pocas las oportunidades de encontrar un empleo, pero no podía quedarse con los brazos cruzados, trabajó en restaurantes, ferreterías y eventos que se presentaban en la ciudad, pero no eran empleos fijos, eran por un tiempo muy corto. Se sentía un poco baja de ánimos porque no sabía cómo podía generar más ingresos económicos; decidió decirle a su padre que me permitiera trabajar con él en la construcción, fue difícil que él dijera que sí, ya que es un trabajo muy pesado y riesgoso, pero le dio esa oportunidad de aprender a defenderse en otras cosas como poner un ladrillo, pegar una baldosa y pintar una pared.

Para otras personas es algo vergonzoso que una mujer se dedique a la construcción, pero para ella fue un orgullo estar al lado de su padre, y no le da pena decir que trabajó en la construcción. Así se dio cuenta que el trabajo de él y sus sacrificios no eran nada fáciles.

En sus tiempos libres dibujaba animes, caricaturas y hasta paisajes, de pronto quiso correr el riesgo de dibujar un rostro, “al principio me quedaban extraños, pero no me rendí”; al encontrarse en esos momentos sin empleo, se dedicaba a mejorar la técnica de dibujar un retrato.

Cuando tenía 20 años de edad, solo tenía en su cabeza dibujar retratos, fue sufrido por decirlo así, lograr ese punto clave para luego tomar la decisión de ser una dibujante independiente, donde pudiera vender sus retratos y generar dinero. Pero el arte se vendía muy poco. No se dio por vencida, su propia familia fueron el empuje de darse a conocer y poco a poco las personas se fueron acercando y encargar retratos para celebraciones especiales, aniversarios, cumpleaños y fechas importantes como el día de amor y amistad, el día de la madre y hasta para enamorar.

Sus padres siempre quisieron que sus hermanos y ella salieran adelante, por eso ellos la apoyaron y en el año 2013, ingresó al Instituto laboral COTEL de la ciudad, se graduó como “técnico en Diseño Gráfico”, siempre le ha gustado trabajar el dibujo, la pintura y crear logos; realizó su practica en una editorial donde le permitieron seguir laborando después de la graduación, gracias a su buen desempeño llegó a ser jefe de diseño, pero por cosas de la vida solo pudo trabajar allí por ocho meses.

“Aproximadamente estuve tres años sin oportunidades de empleo, me vi desesperada, no sabía que hacer; solo pensaba en que había perdido la oportunidad de ser Policía o destacarme en mis dibujos”, ya cumplido los 28 años de edad había perdido totalmente la opción de incorporarse por su edad, pero solo por curiosidad consultó en la página de la Policía, y con sorpresa se enteró que con sus estudios técnicos tenía una oportunidad de presentarse.

En el año 2017 en Tunja presentó todos sus exámenes y pruebas, aunque no fue para nada fácil, pero eso no le impedía cumplir mi sueño, llegó a la ciudad Bogotá cargada de ilusiones para presentar la última prueba, el consejo de admisión. “Estaba muy asustada no lo niego, pero con la bendición de Dios y las oraciones de mi familia, me permitieron que, en los resultados finales, saliera en la lista de los admitidos, yo no lo creía la alegría me invadía”.

 

El 26 de abril del 2018 siendo las 12:00 de la noche, llegó la hora de despedirse de su familia, fue difícil ver a su madre derramar lágrimas, al saber que su hija no volvería estar al lado suyo como antes, eran inseparables, pero con la alegría de saber que todo esto era para un mejor futuro para ambas, de esta forma tomo su rumbo en compañía de mi padre directo a la escuela de policía ubicada en la ciudad de Fusagasugá.

Al llegar a la Escuela de Policía Provincia de Sumapaz (ESSUM), con esa inolvidable tula negra donde cargaba todos sus sueños. Con el pasar de los días empezó a extrañar todo, familia, hogar, su vida. Solo digo “esto no es para cualquiera, es solo para valientes”.

No podía dejar atrás sus dibujos, de alguna forma tenía que continuarlos. Perteneció a la Compañía Lleras, “quiero resaltar a una persona en especial que fue mi comandante de compañía, mi Intendente Varela, quien no solo fue solo un líder, sino esa figura paterna de la Policía, quien apoyo mis dibujos y quien fue el primero en descubrirlo. Gracias a él quien me motivo para dar como obsequio el retrato de mi coronel Dalila, directora de la escuela; de ahí inició mi historia como dibujante”.

El 28 de febrero del 2019 llegó el gran día, su ascenso como Patrullera de la Policía Nacional… veía en los ojos de sus padres en aquella ceremonia, el orgullo de que su hija cumplía un sueño que sintió alguna vez se vería frustrado.

El siete de marzo del año 2019 llegó a la escuela de todo Policía, la metropolitana de Bogotá. Sintió algo de miedo, porque escuchaba que era una ciudad con muchos problemas de seguridad, pero prometió y juró ante Dios que iba a dar la vida por los demás. Inicio su labor en la Estación de Policía de San Cristóbal Sur apoyando la vigilancia, aproximadamente durante dos meses.

El día decisivo para sus destinaciones finales, se llevó la sorpresa que fue escogida para pertenecer a la SIJIN, pero más grande fue la sorpresa cuando supo que había sido gracias a sus retratos. Estando en la Institución realizó el diplomado en Arte Forense en la Escuela de Investigación Criminal en el año 2019.

Actualmente labora en Unidades de Fiscalía, lleva allí 10 meses, manifiesta que ha aprendido mucho, pero se siente un poco triste porque ha sido complicado estar en un grupo donde pueda trabajar retratos, aunque sigue buscando la oportunidad para llegar a laborar al grupo de arte forense de criminalística.