Antioquia, Medellín
Domingo, 07 de Julio de 2019
Un hombre y seis mujeres fueron los capturados en el procedimiento policial.

La Policía Nacional en el marco del plan choque “el que la hace la paga”, fase IV “Operaciones para la reducción del delito” y la estrategia contra el tráfico de estupefacientes en menores cantidades en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, logró las capturas de siete personas por el delito de fabricación y comercialización de sustancias nocivas para la salud, que se dedicaban a la venta y almacenamiento de alucinógenos en zona céntrica, barrio Belén y el Poblado de la ciudad de Medellín.

15 días de investigación articulados con la denuncia ciudadana, fue el tiempo récord que se propuso la Policía Nacional a través de sus investigadores judiciales, para recolectar los elementos materiales probatorios y evidencias físicas que permitieron establecer la existencia de una persona de nacionalidad israelí, quien sería el arrendatario de varios locales comerciales en la ciudad de Medellín, destinados para la venta, almacenamiento y distribución de sustancias estupefacientes. Por ello, hasta esos locales ubicados en los barrios Sevilla, Cisneros, Poblado, Belén y otros en el centro de la ciudad, llegaron los uniformados con 10 órdenes judiciales de allanamiento y registro, donde se materializaron las capturas en flagrancia de siete personas, seis de ellas mujeres y de las cuales tres tienen nacionalidad venezolana.

Este nuevo modus operandi de los grupos delincuenciales se basa en la comercialización de marihuana camuflada en alimentos como chocolates con envolturas de papel aluminio, cápsulas con aceite de marihuana, que posteriormente son consumidas en vaporizadores y cigarrillos eléctricos, lo anterior con la finalidad de evadir los controles de las autoridades por su novedosa modalidad, debido que, para poder establecer en campo que es una sustancia estupefaciente, se debe realizar una prueba de identificación preliminar homologada (PIPH), ya que su olor y características no son propias de las que se conocen comúnmente.

Según las investigaciones adelantadas, los estupefacientes eran vendidos a la ciudadanía por un valor de $10.000 cada chocolate, popper a $20.000, cápsulas con destilado de marihuana a $160.000, esencias de marihuana a $25.000, empaques de cueros para blones de marihuana a $15.000, permitiendo una renta criminal de $150.000.000 mensuales.

En las diligencias de allanamiento y registro fueron incautadas 6.000 dosis de marihuana, 3.424 unidades de popper y $1.545.000 de dinero en efectivo.