Risaralda, Santa Rosa de Cabal
Sábado, 19 de Septiembre de 2020
Esta estructura a la fecha ha generado ganancias económicas por más de mil millones de pesos.
  • captura de cinco personas por los delitos de contaminación ambiental
  • captura de cinco personas por los delitos de contaminación ambiental
  • captura de cinco personas por los delitos de contaminación ambiental

La preocupación de la Dirección de Carabineros por salvaguardar el medio ambiente, permitió que el día de hoy se desarrollara la operación ARTEMIS con el fin de proteger la salud de los habitantes, así como uno de los principales afluentes que nace en el municipio de Santa Rosa de Cabal y desemboca en el río Cauca, pasando por el municipio de Palestina.

En desarrollo de esta operación, se logró la captura de cinco personas por los delitos de contaminación ambiental, corrupción de alimentos productos médicos o material profiláctico y concierto para delinquir, el operativo se desarrolló de forma simultánea en cuatro viviendas del barrio pio XII del municipio de Santa Rosa de Cabal.

Unidades Policiales adscritas a la Dirección de Carabineros, desarrollaron el operativo logrando desmantelar una estructura la cual llevaba delinquiendo varios años en esta zona del Departamento de Risaralda. En las investigaciones adelantadas se logró establecer que en este periodo de tiempo estas personas realizaron el sacrificio ilegal de más de 2.500 porcinos, así mismo generaban una contaminación permanente sobre el río San Eugenio el cual atraviesa el municipio santarrosano.

El apoyo de la red de participación cívica fue vital para lograr estos resultados, ya que con la detención de estas personas se logró afectar todos los eslabones de la cadena criminal; sacrificio clandestino, transporte, almacenamiento y comercialización ilegal.

En el procedimiento que se realizó bajo coordinación de la Fiscalía 10 Especializada de Derechos Humanos y Medio Ambiente, permitió las detenciones de cinco personas, entre ellas alias “el gordo”, quien lideraba la estructura criminal.

El daño ambiental generado por esta estructura ya había sido reconocido por entidades como el INVIMA y el ICA donde se dictaminó que estos eran unos de los mayores proveedores de productos cárnicos ilegales en la región.