Distrito Capital, Bogotá
Miércoles, 12 de Abril de 2017
Los presuntos criminales utilizaban escopolamina para robar a sus víctimas.

La Policía Nacional, a través de investigadores de la Dirección de Tránsito y Transporte puso fin al accionar delincuencial de una banda conformada por cuatro hombres y una mujer, conocidos en el mundo criminal como “los borracheros”, estos sujetos utilizaban Escopolamina para poner en estado de indefensión a sus víctimas, en la actualidad cursan contra ellos 14 denuncias penales, sin embargo, el proceso investigativo permitió determinar un potencial de 298 víctimas, especialmente pasajeros de buses de transporte intermunicipal.

Los presuntos delincuentes serán procesados por los delitos de hurto calificado y agravado, así como por concierto para delinquir. Su accionar criminal lo desarrollaban especialmente en carreteras de los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Huila, Caquetá y Quindío.

El modus operandi de “los borracheros” iniciaba con la selección de las víctimas en los terminales de transporte, especialmente personas que viajaban solas, con celulares y joyas a la vista, luego uno de los criminales establecía una conversación casual con la víctima hasta llegar a niveles de confianza propios para ofrecer comida, particularmente jugos y galletas, una vez el pasajero se encontraba en estado de indefensión por acción de la escopolamina, los demás integrantes de la banda procedían a hurtar sus pertenencias, abandonando el autobús en poblaciones pequeñas, ubicadas a orillas de la carretera para no generar sospechas.

La banda delictiva se presume utilizaba el compuesto químico conocido como escopolamina, que básicamente es una sustancia que ingresa al organismo por la boca o por  contacto con la piel, posteriormente se metaboliza en el hígado (ácido trópico y escopina) luego se distribuye por el torrente sanguíneo. En 15 minutos se da una acción sobre el cerebro que genera un estado de somnolencia que llega a la pérdida de la conciencia.

La Policía Nacional recomienda a los viajeros abstenerse de recibir comida de personas extrañas en terminales o buses de transporte público.