Distrito Capital, Bogotá
Lunes, 05 de Diciembre de 2016
Hoy son más de 16.000 en todas las especialidades. Dos ya han sido generales y dos fueron llamadas a curso.
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Tuvieron que pasar 63 años para que la Policía Nacional contara con 16.505 mujeres uniformadas en sus filas. Y 60 para que una de ellas, Luz Marina Bustos, llegara a ser la primera general, y a la vez, subdirectora de la institución. El primer grupo de mujeres ingresó el 26 de octubre de 1953. Eran 46 y provenían de 12 departamentos, entre las que se encontraba María Eugenia Rojas, hija del teniente general y entonces presidente Gustavo Rojas Pinilla.

En esa misma época, el coronel Francisco Rojas Escarpetta, quien era el director, fundó el 5 de noviembre de 1953, junto con la monja María de San Luis, la Dirección de Bienestar Social. La religiosa se encargó de dirigir los programas de formación escolar de niños y apoyo a las madres y esposas de policías. Luego, en 1954, cuando el primer curso de Policía Femenina se graduó, esas mujeres quedaron bajo la dirección de la religiosa, cuyo verdadero nombre era Alicia Gallo Zuluaga. La tarea principal que se les encomendó fue cuidar parques infantiles y colegios, controlar la asistencia de menores a espectáculos públicos y visitar sanatorios. Después de ese año, no se volvió a incorporar personal uniformado femenino, pero la monja sí continuó fundando colegios para el estudio de los hijos de policías y al cabo de 10 años, en 1963, tenía seccionales en Santander, Atlántico, Antioquia, Valle, Tolima, Bolívar y Cauca.

Las mujeres ingresaron de nuevo en la institución el 7 de abril de 1977, cuando la Escuela de Cadetes de Policía Francisco de Paula Santander recibió 12 graduadas de otras profesiones para que ayudaran en labores administrativas. Un año después, la Policía abrió cursos para aquellas que quisieran ser suboficiales y agentes profesionales. Luego, en 1981, se graduó la primera promoción de oficiales, entre las que estaba Luz Marina Bustos

A Bustos se han sumado en los últimos años Mireya Cordon López, Yolanda Cáceres y Juliette Kure, la coronel que en este 2016 fue llamada a curso de general.

La apertura de la Policía a la incorporación de mujeres ha permitido que, por ejemplo, la institución cuente con una experta piloto de aviones de fumigación de cultivos ilícitos, como la mayor Diana Torres Castellanos, quien tiene más de 4.000 horas de vuelo. De los 18 años como policía, en 12 ha piloteado aeronaves bimotor Twin Other. Otra oficial destacada es la coronel María Emma Caro Robles, quien en el 2012 se convirtió en la primera jefe de Contrainteligencia. En su paso por la Policía, Caro fue analista de inteligencia y su trabajo se tradujo en grandes golpes a la mafia. De hecho, el exgeneral Guillermo León Diettes, historiador de la Policía Nacional, reconoce que uno de los papeles más importantes de la mujer en la institución ha sido en la lucha contra el narcotráfico. Trabajo arriesgado Cuando a las mujeres se les permitió conformar la especialidad de Antinarcóticos, allí no solo combatieron hombro a hombro junto con sus otros compañeros, sino que también cumplieron labores de inteligencia e investigación. Varias lograron infiltrarse en los carteles del narcotráfico.

“Estas policías buscaron la forma de llegar a las familias de narcotraficantes y varias se prestaron para dejarse conquistar –dice el exgeneral–. En la Policía hay mujeres bonitas, y como ellas tienen fama de incorruptibles, cumplieron la labor de desmantelar los anillos de seguridad y establecer el modo de operar del narcotráfico”.

Actualmente, las mujeres están presentes en todas las especialidades que ofrece la Policía. De hecho, en el 2011 varias de ellas se vistieron con cascos y escudos para conformar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

Hoy, las mujeres representan el 9 por ciento del total de la institución y muchas de ellas se han formado en la Escuela de Policía Provincia de Sumapaz, que es exclusiva para ellas, desde el 2003. “Las mujeres en la Policía somos mediadoras porque se nos facilita resolver conflictos. Somos un polo a tierra para la institución”, dice la coronel Emilse García, directora de la escuela y quien es la primera mujer policía que comandó un helicóptero con una tripulación completamente femenina.