El lavado de activos en la economía formal colombiana: aproximaciones sobre el impacto en el PIB departamental 1
fecha de recepción: 2010/09/01 fecha de aceptación: 2011/05/06
Luddy Marcela Roa-Rojas
Economista.
Analista, Observatorio del Delito,
Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL,
Policía Nacional. Bogotá, D. C., Colombia.
luddy.roa@correo.policia.gov.co
RESUMEN
El lavado de dinero es uno de los fenómenos más representativos de la economía subterránea en Colombia, ya que en él convergen los dineros obtenidos de actividades ilegales. Para entender cómo funciona y cómo se inserta el dinero mal habido en la economía formal, se realizó una aproximación mediante el análisis del dinero incautado por las autoridades sobre este crimen, con el propósito de establecer cuál ha sido su posible impacto en el comportamiento del PIB de los departamentos político-administrativos del país. En este orden de ideas, se encontró que el lavado de activos afecta más a los departamentos ubicados en la zona fronteriza, por la posibilidad de salida al exterior y a las grandes ciudades de economía dinámica.
PALABRAS CLAVE
Delitos contra la economía nacional, contrabando, tráfi co ilícito de drogas, enriquecimiento ilícito, delito (fuente: Tesauro de política criminal latinoamericana - ILANUD).
1 Este documento hace parte de la monografía presentada por la autora como proyecto de grado para optar al título de Economista de la Universidad EAN, 2010.
ABSTRACT
Money or asset laundering is one of the most representative practices of
the Colombian underground economy since it is the convergence point of
proceeds from unlawful activities.
In order to understand how it works and how ill-gotten money is inserted in
formal economy, an approximation was made by analyzing criminal-derived
proceeds confi scated by the authorities for the purpose of determining
their impact on the behavior of the GDP in the Colombian departments, the
country’s political-administrative divisions. In this respect it was found that
those departments located in bordering zones are more aff ected due to the
opportunities they off er as an easy way to leave the country or move to
other cities where more dynamic economies are enjoyed.
KEY WORDS
Crimes against national economy, smuggling, illegal drug traffi cking, illegal enrichment, unlawful gain, off ense, crime (source: Tesauro de política criminal latinoamericana - ILANUD).
RESUMO
A lavagem de dinheiro é um dos fenômenos mais representativos da economia subterrânea na Colômbia porque nele converge o dinheiro obtido de atividades ilegais. Para entender como funciona e como o dinheiro sujo é inserido na economia formal, uma abordagem foi feita através da análise do dinheiro apreendido pelas autoridades sobre esse crime, a fi m de estabelecer o que foi o potencial impacto sobre o comportamento do PIB dos departamentos2 políticos e administrativos do país. Nesse sentido, verifi cou-se que a lavagem de dinheiro afeta mais departamentos localizados na zona fronteiriça, pela possibilidade de viajar fora do país e às principais cidades de economia dinâmica.
PALAVRAS-CHAVE
Crimes contra a economia nacional, o contrabando, o tráfi co de drogas, o enriquecimento ilícito, o crime (fonte: Tesauro de política criminal latinoamericana - ILANUD).
2 (N. do T.) Na Colômbia os departamentos são equivalentes aos estados no Brasil.
Presentación
En la construcción de un análisis crítico y juicioso de las situaciones que afectan el desempeño
de la economía nacional, el “lavado de activos” se considera como un elemento que podría
infl uenciar el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo cual se ofrece una
aproximación al conocimiento del comportamiento de esta actividad delictiva, desde la óptica
de la economía subterránea, analizando su proporción con respecto al indicador de crecimiento
económico nacional.
A través del seguimiento del PIB departamental y la consulta en fuentes ofi ciales sobre criminalidad,
se exponen sus características, a fi n de determinar su tamaño y posible incidencia en la
evolución de la economía departamental. Este ejercicio se realiza a partir de la descripción de
cifras relacionadas con dicho delito, al tomar los valores reales correspondientes a bienes presentados,
bienes ocupados, moneda nacional y moneda extranjera auténtica incautada, durante
el período 2005-2009, y los datos del PIB departamental para los años 2005 a 2007, y mostrar la
participación de estos dineros en el indicador y su posible infl uencia en el desempeño regional.
Introducción
El lavado de activos es uno de los elementos de estudio dentro de la conocida como “economía
subterránea”3, por ser el agente catalizador de los dineros percibidos por delitos como trata
de personas, secuestro, sicariato, prostitución, hurtos y estafas, entre otros. Esta actividad es
reconocida en nuestro estatuto penal como un delito per se, por ser la herramienta utilizada por
los delincuentes para dar apariencia de legalidad a los dineros que se han obtenido de forma
ilegítima; y de acuerdo con lo expuesto por Balen de Pérez Toro (2001), experta en el tema, “se
ha convertido en un problema que afecta seriamente los mercados fi nancieros del mundo, pues
le ha permitido a las organizaciones delictivas penetrar en los negocios lícitos escondiendo sus
ganancias, lo que conduce a distorsionar la actividad fi nanciera, comercial y empresarial legítima,
generando corrupción a su paso”.
Su comportamiento va de la mano del aumento de las actividades delictivas registradas en
nuestro país, el incremento de la demanda mundial de alcaloides como la cocaína, la falta de
control de las operaciones fi nancieras y la habilidad de los delincuentes para camufl ar sus actividades
e infi ltrarlas en el sistema formal, a través de operaciones muy elaboradas.
Estructura
Dentro del fenómeno de la economía criminal, este delito consolida un ingreso potencialmente
grande en la funcionalidad del sistema formal, por las cantidades de efectivo que a diario le inyecta,
y es el motor para el desarrollo de muchas otras actividades, tanto lícitas como ilícitas, las cuales
inciden de forma directa en el comportamiento de los indicadores macroeconómicos. A pesar del daño que ocasiona, por fi nanciar las acciones del narcotráfi co y el terrorismo, muy pocas personas
conocen en realidad cómo funciona y cuál es su proceso de infi ltración en la economía formal.
Para ilustrar su estructura, Hernández Quintero (2006), en su libro Los delitos económicos en la
actividad fi nanciera, describe las tres fases del proceso de lavado, una vez que se han obtenido
los dineros producto del ilícito, así:
1. Colocación física de la moneda en el sistema fi nanciero: Supone el entregar el dinero a una
entidad fi nanciera.
2. Estratifi cación o mezcla con fondos de origen legal: Una vez introducido en el sistema fi nanciero,
el objetivo es eliminar el rastro; para ello realiza traslados a otras entidades bancarias, en lo
posible a paraísos fiscales con laxos controles en la introducción de dicho dinero y con estricto
rigor de la reserva bancaria.
3. Integración o inversión: Se caracteriza por regresar el dinero al mercado de donde inicialmente
salió, pero disfrazado de fondos legítimos. Esto se hace generalmente a través de la compra de
inmuebles, negocios de fachada y la integración de fondos a la cadena comercial.
En Colombia, la primera etapa se realiza por lo general a través de la compra de inmuebles, de
moneda extranjera, de oro o esmeraldas4, de pólizas de seguro, la utilización de casinos o centros
de juego, el patrocinio de espectáculos o la colocación de pequeñas cantidades de dinero
en diversas cuentas, dentro o fuera del país, para que ingresen al sistema fi nanciero nacional.
En algunos casos supone la realización inmediata de transacciones en cuentas de bancos ubicados
en paraísos fi scales o la utilización de sistemas fi nancieros paralelos al formal, conocidos
también como economía del menudeo, que ofrecen al mercado liquidez inmediata. Toda acción
es válida, siempre y cuando evite su ubicación por parte de las autoridades o de los enemigos, y
el deterioro por factores ambientales.
En la segunda etapa se usan las actividades de empresas fachada, especialmente las de servicios,
y la intervención de diferentes personas en distintos negocios o la dispersión fi nanciera a
través de créditos, giros, transferencias y cheques, entre otros.
En la etapa de integración, los dineros lavados ingresan de forma legal al sistema formal, y
se reportan como inversiones, créditos, entradas por exportaciones fi cticias o adquisición de
bienes en actividades aparentemente legales. En esta fase, discernir entre legal e ilegal es en
extremo difícil, porque su existencia supone la realización exitosa de las dos etapas anteriores
evadiendo el rastreo, y no hay manera de relacionar los bienes “integrados” con las actividades
ilícitas que le dieron origen.
Una vez “blanqueados” estos dineros de origen ilícito, se unen a la cadena de ejecución de la
economía formal y suman en la determinación de los indicadores económicos que apoyan a
los agentes de política económica en la toma de las decisiones y la destinación de los recursos.
Debido al poderoso camufl aje de esta actividad, existen numerosas difi cultades para calcular la
dimensión de estos recursos, aunque es innegable que intervienen de manera indirecta en el
comportamiento del PIB departamental y, por ende, en el nacional.
4 En el caso colombiano, la compra de oro y esmeraldas es tradicional, debido a una oferta signifi cativa en las regiones del centro del país, sin descartar que en otros países se utilicen otras piedras preciosas.
Por su naturaleza, que busca desaparecer los rastros, las
actividades de blanqueo no se realizan exclusivamente en
Colombia; para surtir todo el proceso, algunos prefi eren
consumar las dos primeras etapas fuera del país, siempre
y cuando las condiciones de cantidad, calidad y riesgo lo
propicien. Al respecto, como no existe evidencia de las razones,
mercancías o delitos por los cuales recurran a entes
externos para el lavado, la postura frente a la motivación
por la que se realiza en el territorio nacional y no en otro
lugar será conservadora; esta motivación se atribuye a las
garantías que ofrecen los paraísos fi scales, los procedimientos
de inversión extranjera y los pagos que se generen
por exportaciones, entre otras modalidades.
De igual forma, como la misión de este estudio es describir la
actividad del lavado de activos en los distintos departamentos
del país, el estímulo de los delincuentes para lavar dinero
se orientará a la posibilidad de obtener mayores rendimientos
al integrar el dinero (tercera fase) en las zonas con mayor
actividad económica, especialmente del sector de servicios
(turismo y entretenimiento) y el comercial, por ser los que
ofrecen mayores garantías y rendimientos a corto plazo.
Dado que sus benefi ciarios delinquen en el país, es natural
que estos delincuentes busquen la manera de disfrutar en
él de los lujos y prebendas que estos bienes les representan,
y que son producto de su actividad ilícita, sin tener que
preocuparse por la clandestinidad en el territorio donde
permanecen y actúan.
Determinantes del lavado de activos en Colombia
El lavado de activos surge en la economía nacional como
consecuencia de la fi ltración de la cultura del facilismo y la
ilegalidad en el panorama colombiano. Su origen se remonta
a las tímidas pero efectivas actuaciones delictivas realizadas
en las décadas de los 70 y los 80, para camufl ar los dineros
mal habidos durante las bonanzas marimbera y cafetera,
en el auge del contrabando y la prostitución, que
efectivamente tuvieron éxito en su desarrollo. Esto
permitió la circulación de capitales injustifi cados y
alimentó en la población el famoso concepto de la
“malicia indígena”, acuñado a esas actuaciones que
burlaban la ley y en las cuales su desconocimiento se
convertía en una especie de orgullo nacional, al desfigurar los patrones culturales de la realidad local, fomentar el escaso respeto por las normas y
ensalzar a aquellos que conseguían más dinero en forma ilegal.
Sin embargo, la expresión “blanqueo de capitales” (money laundering), acuñación que se refi ere
al mismo lavado de activos, se originó mucho después de conocerse esas prácticas irregulares,
nominándose como la acepción popular entre los integrantes de las mafi as americanas en
los años 70, para referirse al procedimiento a través del cual se incorporaba a la economía legal
el dinero procedente de la venta de droga colombiana, utilizando cadenas de lavanderías para
disimular su origen ilícito (Blanco, 2002).
La falta de regulación, junto con una incipiente jurisprudencia nacional ajena a la dimensión del
lavado de activos, permitió que en Colombia esta práctica se popularizara y penetrara en las
más altas esferas económicas, políticas y sociales. Así, tocó todos los sectores, en especial el de
bienes terminados y servicios, y aumentó el crecimiento de actividades comerciales y profesionales,
utilizadas como intermediarios para blanquear los dineros.
De ahí que, gracias a este negocio criminal, hayan entrado legalmente a la nación muchos dineros injustifi
cados, que lograron dinamizar las actividades industrial, comercial, manufacturera y fi nanciera,
al reforzar los resultados formales, y que a nuestra economía se le llame con jocosidad el “pequeño
milagro colombiano”, aduciendo que se ha solventado durante varios años del negocio de los dineros
ilícitos y que por lo menos dos puntos del crecimiento anual, que otrora rodeara el 5%, se deben
al fl ujo de dineros sucios, favorecidos por la disponibilidad de depósitos bancarios sin mayores
controles y de una gama de instrumentos y mecanismos permisivos del lavado de dineros (Kaplan,
1996). Lo anterior aunque las fuentes ofi ciales lo refuten, argumentando que la estabilidad en medio
de la crisis se ha debido a los avances logrados en el tema de la regulación bancaria y una tendencia
constante al conservatismo en materia de productos fi nancieros sofi sticados.
El lavado de activos en la economía formal
Son varios los autores que han buscando una aproximación a la cuantifi cación de este fenómeno
en Colombia; sin embargo, los estudios han apuntado más a cuantifi car el valor de las actividades
ilegales y su participación en el desarrollo nacional, que a evaluar el impacto individual que genera
el lavado de activos por sí mismo. Irónicamente, los rendimientos que causan delitos como el narcotráfi
co y el contrabando son solo una parte de los que dan origen a este punible.
En estudios adelantados por investigadores como Arango, López & Misas (2005), la participación
del lavado de activos está defi nida dentro de las labores que conforman la economía subterránea:
“La economía subterránea incluye actividades ilegales, como la producción y el tráfi co
de drogas y sus actividades conexas y actividades productivas, que no obstante su carácter
legal, involucran acciones de evasión y de elusión al margen de la ley”. Esta investigadora centra
sus esfuerzos en la infl uencia que tienen estas actividades en la demanda de efectivo.
En otros estudios (Thoumi, 1994) se señala el lavado de activos como motor para el fortalecimiento
de la industria nacional y de otros sectores, hecho que es evidente en los cálculos de
participación histórica de este tipo de actividades5, tal como dice Thoumi (2002):
5 En 1985 la economía subterránea representaba un 8,7% del PIB.
De hecho, las ganancias de la industria del narcotráfi co son fundamentalmente rentas creadas
por su estatus ilegal. Además, los recursos de la industria son muy grandes en comparación con
el tamaño de la economía colombiana, de manera que su condición ilegal contribuyó en gran
medida a la expansión de la economía subterránea y de las actividades de lavado de dinero, y
aceleró la corrupción en el sector gubernamental.
Existen también autores que atribuyen el crecimiento de la economía nacional al auge de las
actividades que alimentan el lavado de activos y estructuran la economía subterránea, como el
narcotráfi co y la falta de control fi nanciero, así como Kaplan (1996):
En el caso ejemplar de Colombia se ha dado un desproporcionado aumento de las exportaciones
y de las reservas internacionales que no se corresponde con la tasa real de crecimiento del
país. El ingreso derivado de la droga explica el fortalecimiento de la balanza de pagos, el pequeño
milagro colombiano, la ausencia de graves crisis externas. En dos ocasiones, los principales
jefes del tráfi co colombiano ofrecen hacerse cargo del pago de la deuda externa. La economía
colombiana, país agobiado por múltiples problemas, goza desde hace algunos años de un crecimiento
anual superior al 5 por ciento, de los cuales dos puntos serían referibles al fl ujo de
narcodólares, favorecidos por la disponibilidad de depósitos bancarios sin mayores controles y
de una gama de instrumentos y mecanismos de lavado de dinero.
Esta diversidad de factores involucrados en la economía subterránea, como el lavado de activos,
alimentado por el narcotráfi co y las demás actividades ilegales, hacen innegable la posibilidad
de que su estrecha relación ha infl uido en el desarrollo de la economía formal desde hace
mucho tiempo, y pese a los esfuerzos por su erradicación, aún persiste. Así lo señala el profesor
Mejía, quien afi rma que en las décadas de los 80 y los 90 el narcotráfi co representaba el 4,5% del
PIB colombiano, y se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años. También revela en su estudio
que el narcotráfi co en Colombia, en el 2008, movió $13,6 billones, los cuales corresponden al
2,3% del PIB (Veloza, 2010).
Buscando hacer una aproximación al cálculo de la magnitud del lavado de activos, se optó por
analizar los datos correspondientes al total de activos recuperados por este ilícito por la Policía
Nacional durante los años 2005 a 2009, discriminado por departamentos políticos, información
suministrada por el Centro de Investigaciones Criminológicas (CICRI) de la Dirección
de Investigación Criminal-INTERPOL, de la Policía Nacional, con las siguientes modalidades
de recaudo: bienes presentados y ocupados (extinción de dominio), y las incautaciones de
moneda nacional y extranjera auténtica (dólares y euros)6 en datos reales, que corresponden
a los procesos investigativos de este delito. Teniendo estas variables, la intención es compararlas
con el PIB departamental y determinar qué porcentaje del ilícito hace parte del dinero
que se mueve en la región.
Dichos procesos incluyen las 44 modalidades tipifi cadas por la Unidad de Información y Análisis
Financiero (UIAF)7 vinculadas al lavado de activos, dentro de las que están las exportaciones
fi cticias de bienes y servicios, fi ducia de inversión específi ca, operaciones “cenicienta”, cobros
extorsivos, transacciones fi nancieras transnacionales, contrabando, entre otras. Una vez organizados
los totales por año, considerando las variables mencionadas, y derivados de las modalidades de recaudo, se promediaron los datos para los últimos cinco años y se calculó su variación
anual tanto del dinero percibido como de la actividad de cada departamento.
6 La conversión de moneda extranjera a pesos colombianos se realizó con la tasa vigente para la fecha de su incautación.
7 Para mayor explicación ver UIAF: “Compilación y descripción de las tipologías producidas por la unidad de información y análisis fi nanciero”. Septiembre
del 2006.
Es así como se deduce que este delito económico genera aproximadamente un billón de pesos
anuales, simbolizados sobre todo en el valor de los inmuebles presentados dentro de las
investigaciones que se adelantan por este ilícito y que son objeto de extinción de dominio
por parte de las autoridades. De igual manera, que su comportamiento no es constante y
ha presentado incrementos importantes (2005, 2007), así como descensos del mismo orden
(2006, 2009), los cuales no permiten establecer una tendencia lineal frente a la conducta de
esta actividad durante los últimos años y a la cantidad de dineros que mueve realmente en la
economía subterránea (gráfica 1).
Gráfica 1. Registro de operaciones de lavado de activos, 2005-2009
Fuente: Datos SIEDCO-CICRI. Cálculos propios.
A pesar de los esfuerzos por impedir que estos dineros ilícitos se fi ltren en el sistema, las cantidades
de moneda incautadas no presentan una disminución signifi cativa, y el valor de las propiedades
cada vez es más escandaloso. El comportamiento del lavado ha sido bastante irregular,
aunque aparentemente ha iniciado su etapa de declive con una reducción signifi cativa, que
durante los dos últimos años se acerca al 50% de lo reportado en forma habitual.
Su incremento más alto se produjo en el 2007, cuando alcanzó una tasa de 52% (curiosamente,
fue el año en que se reportó el mayor incremento del PIB nacional, 7,52%). Durante este año,
las incautaciones de dólares representaron el 15%8 del total del dinero reportado por lavado de
activos, que por tradición se había mantenido por debajo del 5% anual. Y los bienes ocupados llegaron
a ser el 82% del total del negocio, lo cual indica que las actividades tanto delictivas como
represivas se incrementaron de manera ostensible (gráfica 2).
8 Corresponde al dinero incautado en efectivo y su valor a precios del mercado para la fecha en que se produjo su aprehensión.
Gráfica 2. Participación de la modalidad de recaudo en el total de lavado de activos, 2007
Fuente: Datos SIEDCO-CICRI. Cálculos propios.
Generalmente la mayor participación en esta actividad la tienen los bienes presentados y ocupados
en los casos de lavado con conocimiento de las autoridades, seguidos por los dólares,
la moneda nacional y, por último, los dineros reportados en euros, lo cual demuestra la preferencia
de los delincuentes por la compra de inmuebles como medida rápida y de fácil acceso
para ingresar al sistema económico sin mayores inconvenientes. De igual forma, confi rma las
difi cultades que supone mantener grandes cantidades de dinero en efectivo, y su transporte,
por ser allí donde más riesgo existe de ser aprehendido.
Para complementar el estudio del lavado de activos dentro del orden macroeconómico, en el
presente documento se pretende dar una aproximación a la dimensión geográfi ca de la incidencia
de este delito, aprovechando la información suministrada respecto a bienes muebles e inmuebles
relacionados con él y el PIB departamental, y entendiendo que difícilmente los análisis
derivados de este ejercicio puedan ser concluyentes, por la indeterminación del origen del delito.
Para ello se realizó una estratifi cación, partiendo del total de dinero registrado por lavado
de activos en cada año, a fi n de establecer la participación de cada uno de los 32 departamentos
en el delito del lavado de activos en cada período, y de esta manera identifi car el departamento
con una mayor actividad. Por ello, en el cuadro 1 se presentan, ordenados de mayor a menor.
Cuadro 1. Registro de las operaciones de lavado de activos, por departamento
Fuente: Datos SIEDCO-CICRI. Cálculos propios.
Frente al negocio de la economía criminal que representa el blanqueo de dineros, las regiones
que tienen mayor participación en el fl ujo de estos fondos, y que en apariencia constituyen foco
de dicha actividad, son Valle, Antioquia, Cundinamarca (incluye a Bogotá), Arauca, San Andrés,
Chocó y Bolívar, por ser allí donde se registra el mayor número de casos conocidos por este
ilícito. Esta concentración puede explicarse por la intensa actividad económica de la mayoría de
ellos, su ubicación geográfi ca, que favorece estratégicamente la permanencia, permeabilidad o
salida de los recursos, y el auge de negocios que son de fácil acceso para el ilícito, como la hotelería,
el turismo y la compra de inmuebles. También está su tradición en el tema del narcotráfi co,
por ser departamentos cuna de los carteles más famosos de la historia y los que más dinero han
reportado por la venta de cocaína, heroína y alcaloides.
Sin embargo, no puede olvidarse que existen aspectos de tipo cultural y de controles fi scales en
los departamentos fronterizos, que han favorecido la permanencia y desarrollo de actividades
ilegales que estimulan el lavado de activos, como las medidas arancelarias que otrora alentaron
el contrabando en regiones como San Andrés y las zonas francas, las cuales hacen parte de la
idiosincrasia regional, al punto de convertirse en una actividad económica socialmente aceptada9.
De manera particular en el departamento del Valle, que puntea los listados, el desarrollo de la
industria del narcotráfi co ha sido reconocido históricamente, por abrigar a dos de los carteles
más temidos de los últimos tiempos: “el cartel de Cali y el cartel del norte del Valle, los cuales
aparte de ser los responsables del 80% de los envíos de drogas ilícitas a Estados Unidos” (Téllez
2006), promovieron además el crecimiento de otras actividades ilegales conexas al lavado de
activos, como la trata de personas, el sicariato, el secuestro, las exportaciones ilícitas y el contrabando,
por mencionar solo algunos. Cabe resaltar que no se tiene evidencia que permita señalar
la intervención de estos ilícitos en un sector económico en particular, por cuanto diferentes
empresas de la región han sido investigadas por posibles nexos con actividades de lavado.
De igual forma, no se ha identifi cado una actividad económica específi ca o un sector, utilizados
como herramienta para el blanqueo de capitales en determinada región, pues este delito busca
hacerse imperceptible en la dinámica económica de cada departamento, recurriendo a camufl
arse a través de inversiones en los sectores productivos de cada zona.
Por otra parte, la costa atlántica, en especial el departamento de Bolívar, tiene un atractivo turístico
reconocido, que ha impulsado el desarrollo de la empresa inmobiliaria con lujosas casonas,
casaquintas y hoteles, que son blancos fáciles de los lavadores y se prestan para aplicar una
modalidad bastante popular en este delito, la cual consiste en simular compras de inmuebles
por precios exorbitantes (con complicidad del vendedor), que después vuelven al mercado luego
de facturar “costosas remodelaciones”, para venderse de nuevo a precios de ganga (Blanco,
1997), por citar solo un ejemplo.
Empero, departamentos que tradicionalmente no se relacionan con la cultura criminal o del
narcotráfi co se están proyectando como posibles refugios o focos para el blanqueo de dineros
producto de otras actividades ilícitas, como el contrabando (para el caso de la zona fronteriza,
de modo especial), y la actividad inmobiliaria. Sin embargo, es importante aclarar que a pesar
de que la actividad de blanqueo se realiza en una región, no necesariamente sus dineros tienen
destinatarios en el mismo territorio, y pueden ser susceptibles de la acción de las instituciones
para su control en otros departamentos10.
Con base en los datos del cuadro 2, se realizó la clasifi cación regional de la incidencia del lavado
de activos en el país, señalando inicialmente los departamentos que registraron durante los
últimos cinco años mayor cantidad de ingresos producto de este ilícito; después, aquellos cuya
participación los ubica con una incidencia media, debido a que los dineros blanqueados representan
una menor cuantía, y por último, los territorios donde la acción de este delito es mínima
o nula, y los reportes son por lo general bajos.
9 Thoumi (1994) afi rma que a mediados del decenio de los 50 el gobierno decidió promover el desarrollo de las islas de San Andrés y
Providencia convirtiéndolas en un puerto libre, desde el cual los turistas colombianos podían traer al continente, libre de impuestos,
determinada cantidad de bienes para uso personal. Esta política estimuló el desarrollo de un grupo de empresarios especializados
en traer de contrabando al continente pequeñas cantidades de bienes para la venta.
10 Esta situación se presenta especialmente en el hallazgo de caletas y la incautación de dineros que buscan salir del país en grandes
cantidades de efectivo.
Mapa 15. Clasificación regional del lavado de activos
El lavado y el PIB departamental
Considerando que los escenarios que explican el comportamiento del PIB no acogen fenómenos
al margen de la ley, distintos a los cultivos lícitos11, como lo son los ingresos percibidos por
los agentes de la economía subterránea, en este caso se evidencia que el lavado de activos
particularmente registra mucha información económica y fi nanciera que podría tener una infl
uencia marcada en su evolución. Por esta razón, a través de un ejercicio sencillo de estadística
descriptiva, se muestra la incidencia de este ilícito en indicadores como el PIB.
Para establecer el porcentaje de participación departamental del lavado de activos en el PIB,
registrado por el DANE12 para los años 2005 a 2007, se compararon los totales de los dineros
registrados por este delito y el PIB departamental a precios corrientes (cuadro 2).
Cuadro 2. Producto Interno Bruto departamental,
a precios corrientes del año 2000. Años 2005-2007. Departament
11 En 1997, el Fondo Monetario Internacional recomendó que se hiciera una medición explícita de la actividad ilícita, pero la única información
con la que se contaba era la de los cultivos, por lo que se introdujo con el cálculo del PIB con cultivos ilícitos y sin ellos. Para la
base del 2000 se hizo una medición de conceptos más amplios de la actividad ilícita, incluyendo las actividades agrícola e industrial,
dentro de las cuales se relacionan la comercialización y generación de los ingresos de dicha actividad. El resultado se expresa como
un enclave extraterritorial que se presenta anualmente, con una medición independiente pero anexa al Producto Interno Bruto.
12 Departamento Nacional de Estadística..
Se clasificaron de mayor a menor los que tienen mayor participación del delito de lavado de
activos en la tasa de crecimiento reportada durante los años 2005 a 2007, y se encontró que en
su mayoría aquellos departamentos que registraron mayor incidencia del delito también tienen
los porcentajes más altos de aporte en el PIB.
Llama la atención cómo los departamentos que mayor PIB reportaron durante este período
sean los que mayor participación tienen de blanqueo de dineros, como es el caso de Cundinamarca
(que incluye a Bogotá, y juntos suman casi el 28% del total del PIB), Valle y Bolívar. Pero
más preocupante resulta el hecho de que departamentos como Chocó y San Andrés, que tienen
un PIB relativamente pequeño, tengan una participación de este ilícito mucho mayor que la de
departamentos más grandes y con PIB más signifi cativo.
¿Será, entonces, que frente a tanta pobreza, los incipientes reportes de crecimiento se deben al
incremento de las actividades delictivas y no a las acciones tomadas para erradicarla y estimular
a la pequeña y mediana empresa?
Con esas cifras podría pensarse (independientemente de la evolución de los sectores productivos
legítimos) que las actividades ilegales han acompañado de alguna manera el crecimiento
económico regional de departamentos como Córdoba, Arauca, Magdalena y Amazonas, con
una probabilidad alta de que los dineros que produce el lavado, sea de manera voluntaria o involuntaria,
hayan financiado buena parte de la inversión que ha propiciado su desarrollo.
Cuadro 3. Porcentaje de participación del lavado de activos
sobre el PIB regional, a precios corrientes 2005-2007
Fuente: Datos SIEDCO-CICRI. Cálculos propios.
Para entender mejor la distribución de los departamentos que tienen en su PIB la mayor tasa
de participación del blanqueo de capitales, se hizo una clasifi cación que ilustra cuáles son los
más afectados, cuáles son aquellos que tienen una participación no muy alta y, por último, los
que no registran una participación signifi cativa del lavado de activos en su tasa de crecimiento
departamental.
Mapa 16. Clasificación regional de la participación
del lavado de activos en el PIB departamental
De acuerdo con la clasificación presentada en la gráfi ca 3, podría considerarse que en los departamentos
fronterizos la posibilidad de apalancamiento de alguna parte de su crecimiento con
los dineros producto del lavado de activos (en especial aquellos que se derivan del contrabando)
es un evento no descartable, debido a una presencia tradicionalmente marcada. Así mismo,
que la zona costera percibe grandes benefi cios de las operaciones de importe y exporte de materias
primas que estarían relacionados de alguna manera con actividades delictivas (alcaloides,
mercancía, armas, etc.) que fortalecen el lavado de activos.
También se mantiene la relación de los departamentos con infl uencia del narcotráfi co y con
mayor PIB, en el caso del Valle y la costa atlántica, que sin lugar a dudas han sido motor de desarrollo
de la empresa comercial y ganadera, al menos en las cifras.
Cabe resaltar también que aquellos departamentos selváticos donde las actividades agrícola
y de pesca son las principales fuentes de subsistencia para sus habitantes, no parecen estar
afectados signifi cativamente por el lavado de activos. Esta razón puede explicarse en los bajos
avalúos de la tierra y porque sus extensiones no ofrecen posibilidades para que prospere el
blanqueo. No son atractivas para operaciones de cambio de divisas ni para el mercado hotelero,
así como tampoco para el comercio, debido a su difícil acceso y las condiciones geográficas.
Aunque se diga que en estos departamentos (Vichada, Guaviare, Vaupés, Caquetá, etc.) se concentra
el mayor número de cultivos ilícitos, debe tenerse en cuenta que los rendimientos que
perciben por la siembra son mínimos, frente a los que ingresan a los grandes centros económicos
una vez que se han procesado los alcaloides y vendido en los mercados internacionales.
Conclusiones
La herramienta más efi ciente para los delincuentes dedicados al blanqueo de capitales es la
compra de inmuebles, en especial los que se ubican en los centros económicos del país y en
las zonas hoteleras de la costa norte, por cuanto en ellos la participación del lavado de activos
en el PIB departamental del 2007 evidencia un porcentaje importante, particularmente en los
departamentos de Magdalena, con un 0,32%, 1,29% en Cesar y 0,66% en Bolívar (incluyendo al
Distrito Turístico de Cartagena).
Los departamentos fronterizos mantienen una fuerte participación del lavado de activos frente
a su tasa de crecimiento, que podría ser explicada en el auge del negocio del contrabando y
como puerta de salida para grandes cantidades de dinero al exterior, donde perfeccionan el
proceso de colocación para volver como “capitales limpios”.
Dentro del proceso de integración y de acuerdo con la clasifi cación presentada, los departamentos
ubicados en la región de la Orinoquia y la Amazonia son los menos atractivos, y presentan
los niveles más bajos de participación del lavado de activos en el PIB departamental, lo
cual permite inferir que los delincuentes prefi eren las ciudades más grandes, y especialmente
aquellas que ofrezcan una salida rápida a puerto o una zona franca.
A pesar de las características que individualmente favorecen el lavado de activos en los departamentos,
las razones para que se mantenga en las mismas regiones va de la mano con el actuar
delictivo histórico de cada uno de ellos: su ubicación geográfi ca, su actividad económica más representativa y sus nexos con el narcotráfi co. Involucra de forma importante al sector de servicios,
al comercial y de intermediación fi nanciera, más que al mismo sector agrícola, por cuanto
este sólo participa en la cadena de producción del narcotráfi co, y dada su dinámica natural, no
ofrece la inmediatez o rentabilidad a corto plazo que requieren las operaciones de blanqueo.
Aun con las cifras conservadoras que reportan las operaciones sospechosas y las incautaciones
de dinero y ocupación de bienes por extinción de dominio, puede mostrarse que la incidencia
del lavado de activos en el desempeño de la economía formal abarca un sinnúmero de actividades,
y es poderoso por cuanto las estrategias de blanqueo se han refi nado con la aparición
de instrumentos fi nancieros y fi scales que actualmente dinamizan el mercado. Ha tocado el
crecimiento de los departamentos y servido como motor para el fortalecimiento del patrimonio
regional, lo cual puede palparse en los indicadores de su participación en el PIB departamental,
que para el año 2007 reportan porcentajes del 6,61% para San Andrés, y para el Valle del Cauca
de 1,85%, y que respecto a la tasa de crecimiento nacional de ese año, rondan el 0,31%.
La mejor forma de infi ltrar los dineros producto de ilícitos en la economía regional, y poder
disfrutar de sus rendimientos, es involucrarse con las actividades propias de la región y aquellas
que, en el caso del sector de servicios y el comercial, ofrecen la posibilidad de camufl ar la ilicitud
sin mayor esfuerzo, así como mayores herramientas para justifi car los ingresos.
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Artículo de Portafolio. Lunes 19 de abril de 2010.