De un momento a otro, mientras dormía en un cambuche tan solo protegido por un pedazo de plástico negro, el adolescente guerrillero, de 15 años, escuchó las primeras ráfagas. Luego vinieron varias explosiones. Todo era confusión y muerte. Despertó sudoroso y angustiado. Por fortuna, esta vez tan solo era una pesadilla, suficiente para huir de la guerra que le robó su infancia tres años atrás cuando fue víctima de reclutamiento forzado. Salió de la selva y buscó ayuda en la Policía Nacional, que le brindó protección y luego lo dejó a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad del Estado que lo albergó y le permitió reencontrarse con los suyos. Él es uno de los 5.708 hijos de la guerra que en los últimos 15 años han desertado del conflicto armado, en su mayoría rescatados por el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional. Según las estadísticas, los más vulnerados han sido adolescentes entre 16 años, con 1.603 víctimas, y 17 años, con 2.129 casos. Sin embargo, se han atendido niños desde los 9 años y jóvenes que superan los 18. El 71 por ciento son hombres y el 29 por ciento mujeres. Antioquia es el departamento donde más se reclutan niños, niñas y adolescentes, con un total de 631 víctimas atendidas por el ICBF, seguido por el Meta, con 406; Caquetá, con 391, y Cauca, con 376 víctimas. Hoy, cuando en los diálogos de paz de La Habana se dan pasos importantes para acabar con este flagelo, la directora del ICBF, Cristina Plazas Michelsen, recorre el país exigiéndoles a los grupos violentos terminar para siempre con esta práctica. "La sociedad está cansada de ver a sus niños involucrados en la guerra y siendo las principales víctimas de este cruel conflicto. Por eso demando, en nombre del Estado colombiano, que en ninguna parte de nuestro territorio los menores de edad sean reclutados y utilizados en acciones bélicas. Los derechos de los niños no son negociables", dijo la alta funcionaria durante su visita a San Vicente del Caguán, frente a unos 500 niños, donde conmemoró el Día Internacional contra la Utilización de Niños en los Conflictos Armados. "Los derechos de los niños son sagrados y tienen el poder transformador que necesita nuestra sociedad. El reclutamiento y la utilización de la niñez en la guerra es un crimen atroz. Señores de los grupos armados ilegales: los niños que se sacrifican en el conflicto son la generación de la paz, no les nieguen la oportunidad de vivir". Por último, la responsable de la entidad que les rescató los sueños a 5.708 pequeños combatientes, afirma que garantizar los derechos de la niñez es necesario para alcanzar una verdadera paz en el país.