La fundación Corazón Verde exaltó su arrojo al salvarle la vida a otro patrullero en medio de un ataque guerrillero. 'Quiso sacarme como fuera, le debo mi vida'. A las 11 de la noche del viernes 27 de febrero, los patrulleros Edward Edilberto Zubieta Gutiérrez y Carlos Ríos Ávila prestaban su servicio en un puesto de control en las afueras del corregimiento de Vegalarga (Huila). Con la complicidad de la oscuridad, guerrilleros del frente 11 de las Farc los atacaron a fusil. Ríos cayó herido, mientras Zubieta logró tomar posición y enfrentar el ataque. Pero al ver que su compañero podía ser rematado en cualquier momento, decidió actuar con inmediatez; se metió entre el fuego, lo arrastró con una mano mientras seguía disparando con la otra. Los atacantes no estaban dispuesto a permitir que los uniformados salieran con vida. Lanzaron una granada en dirección a la humidad del naciente héroe de guerra. Zubieta se percató de la acción criminal, cubrió con su cuerpo a su protegido y siguió combatiendo solo. Tuvo tiempo hasta de asistir a su compañero y evitar que se desangrara. En la madrugada se las ingenió para evadir el cerco. Se echó al hombro al herido y lo llevó hasta el puesto de salud más cercano. Solo allí se percató de que su chaleco antibalas estaba lleno de esquirlas y proyectiles y que él también estaba herido en una mano y un brazo. "Son cosas de Dios. Saqué valor del que él mismo me dio y pude llegar hasta donde estaba mi compañero y seguir peleando. Resulté herido, pero por fortuna logré sacarlo de la línea de fuego", relata este integrante del Escuadrón Móvil Carabinero 38, quien ha servido a la patria durante 9 de sus 30 años de edad. Su acto heroico acaba de ser reconocido por la Fundación Corazón Verde, al escogerlo como el Mejor Policía del Año y premiarlo con una casa para que viva tranquilo con su esposa y su único hijo. En la ceremonia, que contó con la presencia del Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y el director general de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino López, los dos protagonistas de esta historia de valentía se fundieron en un conmovedor abrazo. "Quiso sacarme como fuera. Le debo mi vida", expresó entre lágrimas el patrullero Ríos. "Todo se puede con el poder de Dios y cuando un compañero es herido en combate lo único que importa es pensar en cómo sacarlo de la línea del fuego", agregó este hijo de Guayabetal (Cundinamarca), graduado como bachiller tecnológico, experto en operaciones rurales, condecorado en tres oportunidades y felicitado en 25 más. Otros héroes En su edición XVI, Corazón Verde también galardonó a otros cinco uniformados. El mejor en la categoría 'Lucha contra la criminalidad y mantenimiento del orden público' fue el investigador de la Unidad de Blancos Estratégicos de Medellín, Walter Alexánder Castro Lizarazo. Lideró la 'Operación Damasco' para dar con el paradero de Odín Robledo, alias 'Tana', terror en la comuna noroccidental. También, Nelson Enrique Moncada Medina, hombre de inteligencia que se ha infiltrado en 14 grandes operaciones contra el crimen organizado. En 'Innovación y mejores prácticas en gestión' la ganadora fue la coronel Blanca Yanine Bocanegra Cruz, bióloga molecular que dirige uno de los tres laboratorios de identificación genética forense de especies animales del mundo. En 'Liderazgo comunitario' se impuso la sargento mayor Rocío Yara Álvarez, quien con tubos PVC ayuda a construir bastones, muletas y caminadores para humildes abuelos. En 'Heroísmo' también ganó el patrullero Álvaro Javier Sánchez Maza. En la 'Operación Agamenón', contra el 'Clan Úsuga', salvó la vida de varios policías al hacerle caso a una corazonada y revisar solo un campo que resultó minado, donde perdió las piernas. En la categoria de trabajo y desempeño colectivo se hizo un especial reconocimieno al grupo que trabaja contrarrestando las estructuras del crimen organizado en el departamento del Valle, liderado por el intendente Sergio Perez. "Todos son ganadores por entregar su vida al servicio de la patria", sostuvo el ministro Echeverri.