El Policía de los niños, más que un amigo

Apasionado por su vocación policial y la labor social que realiza en Zambrano Bolívar.

Apasionado por su vocación policial y la labor social que realiza, Sergio Alejandro Fonseca Cuesta camina por las calles con grupo nutrido de niños, niñas y adolescentes con la finalidad de proteger a más miembros de la comunidad educativa del expendio y consumo de sustancias alucinógenas.

Así ha sido desde hace 3 años y 6 meses, cuando ingresó a la Policía Nacional y su servicio lo ha prestado incansablemente en el departamento de Bolívar.

Desde entonces, su razón de levantarse cada mañana es la de ayudar a las personas víctima del conflicto armado por grupos al margen ilegal y a la niñez para que no caigan en ese mundo oscuro y perverso de las drogas. Con una gran sonrisa, Sergio Alejandro recuerda que fue cuando estaba muy pequeño en mi pueblo natal Umbita Boyacá, “los policías llegaban a la casa de mis padres saludando a todo el mundo y Yo salía corriendo a abrazarlos, me colocaba el casco y me creía uno de ellos por un instante”. Desde ahí comprendió que su destino estaba en este lugar para servir a la comunidad.

“cuando tienes un sueño que te parece imposible y un día decides abrazarlo y dar el primer para alcanzarlo, ese sueño se convierte en vida. Se convierte en un polo de atracción tan poderoso que sacas lo mejor de ti y vez que te mueves que avanzas, que vences barreras. Y en ese caminar, descubres que ese sueño no es solo tuyo, que tu familia te acompaña, que tu solo fuiste esa especie de impulso para iniciar. El impulso que de repente se convierte en un huracán y fuerza incontenible. Se convierte en un sueño colectivo, en una razón de ser, en un Policía que se transforma para servir. Agregó Sergio Alejandro Fonseca.

El subteniente como comandante de la Estación de Policía de Zambrano no solo es el de preservar el orden público del municipio de Zambrano, líderes de la comunidad señalan que es el encargado de emprender diferentes técnicas para ayudar en los proyectos que emprende, tales como la creación de parques y zonas de juego para la niñez. Sin embargo, no siempre el trabajo es gratificante. Sergio asevera que los momentos más duros los experimenta casi cada semana con las historias que llegan a sus oídos.

Cada vez que una persona víctima del conflicto narra su experiencia, Sergio sufre y un pedazo de él se rompe con el dolor de estas personas, pero vuelve a sonreír y le da un abrazo a esa persona que le cuenta su dolor porque después de tocar fondo lo único que sigue es salir a flote.

“No podemos permitir que estas personas víctimas del conflicto sepan que uno está flaqueando. Es muy duro verlos sufrir cuando recuerdan su pasado, adujo Sergio”.

A orillas del rio magdalena se encuentra ubicado el municipio de Zambrano, este pueblo rivereño, bañado por el sol afectado por el conflicto armado, labora día a día el Subteniente Sergio Alejandro Fonseca de 22 años de edad, oriundo del municipio Umbita Boyacá y radicado hace 3 años y medio, trabaja con el adulto mayor, personas víctimas del conflicto y la niñez en la prevención del consumo de sustancias alucinógenas.

Esa labor le ha traído diferentes reconocimientos dentro de la institución y por parte de la administración de diferentes alcaldías donde ha laborado.

Sergio Alejandro desarrolla actividades artísticas, como la pintura, bailes y disfrazado de payazo para así activar ese lado creativo de su cerebro. Su labor no ha sido fácil, algunas veces se le hace complicado conseguir los insumos para su labor social y no siempre obtiene el apoyo de las autoridades. “Aquí hay un trabajo abnegado en el que no importa el clima del día a veces uno no cuenta con el apoyo de autoridades o de la misma comunidad, pero cuando uno se propone algo siempre va a haber una luz y las cosas se dan solitas”, añadió el Subteniente Sergio Alejandro.