El menor todos los días veía desde el antejardín de su vivienda como la patrulla del cuadrante realizaba rondas por el sector cuidando como el mismo lo menciona a sus amigos, familiares y vecinos.
Así mismo el pequeño Sebastián era saludado a diario por quienes cuidaban su sector, fue allí que el menor manifestó que quería ser un integrante de la institución y direccionar su Municipio en temas de seguridad y convivencia ciudadana.
Dos días después se empezó a materializar la utopía con la ayuda de aquellos policías que cuidaban la jurisdicción donde vivía. Sebastián ya no era el niño aquel que todos los días se paraba en el antejardín de su vivienda a ver pasar los policías, si no que se convirtió en el teniente coronel Taborda, comandante de Distrito Fredonia.
Desde entonces cambio la vida del teniente coronel Taborda, sus jornadas inician desde muy temprano, formaba al personal recibía parte y daba consignas a sus policías, además tenía que atender y direccionar los temas que más afectan a los ciudadanos de su distrito.
Sebas como lo conocen en su casa volvió a la vida normal, luego de tener bajo su cargo una responsabilidad como la de ser un comandante, pero se mostró feliz pues según él es una labor digna de admirar por su sacrificio y entrega, pero la satisfacción está en que se le pueda ayudar a las personas.