Dos policías con alma de docentes en Pamplona

70 niños y niñas aproximadamente son escolarizados en prevención al consumo de sustancias psicoactivas.

A las 4:30 de la mañana inicia el día de Juan Alexis Torres Torrado quien es patrullero de la Policía Nacional desde hace ocho años. Agradeciendo a Dios, rápidamente se alista y guarda en su morral el uniforme y los libros los cuales utiliza para dictar clases una vez llega   a la escuela El naranjo, ubicada en zona rural de Pamplona, Norte de Santander.

Dos días a la semana sin importar las circunstancias de tiempo y lugar este Patrullero de la Policía quien es Instructor Integral de Prevención del Consumo de Sustancias Psicoactivas, se moviliza en diferentes medios de transporte hasta llegar a un punto en el cual lo esperan niños y niñas quienes realizan un extenso recorrido pasando por trochas y zonas verdes hasta llegar a la escuela.

Una vez ingresa al aula de clase con su uniforme verde oliva,  toma un marcador  e inicia la exposición  de los diferentes módulos que tiene el Programa Escolarizado de Prevención, abarcando temas tales como: Toma el control de tu vida, así mismo  Educar y prevenir,  finalizando con aprender  a valorarte, los cuales son  parte de las temáticas que viene socializando en compañía de la señorita patrullera Jessica Rentería Maturana,  Gestora de Prevención y Educación ciudadana, quien desde hace 6 años trabaja mancomunadamente con  la comunidad fortaleciendo el compromiso que la Policía tiene con el sector rural.

Jessica y Juan vienen realizando esta actividad desde el año 2017 logrando instruir a más de 70 niños quienes adicionalmente realizan talleres de prevención de violencia intrafamiliar, incentivando en ellos y en sus familias nuevas formas de convivencia.

Esta labor es realizada con compromiso y dedicación, así lo manifestó la patrullera Jessica  quien se siente orgullosa de realizar esta actividad con los niños provenientes de familias que carecen de recursos económicos y caminan alrededor de dos horas para tomar sus clases,  siendo la recompensa el amor y la atención por parte de los uniformados  para con ellos, haciendo esto que las clases y las cartillas de trabajo en el aula  aporten significativamente  a la prevención de episodios de  bullying y drogadicción.

Las jornadas académicas finalizan en risas y abrazos por parte de los alumnos para con los dos policiales, agradeciendo la labor que ellos realizan en pro del fortalecimiento de comunidades seguras y en paz. ​