ESMAD, una familia

Entre el hogar y el servicio comparten el tiempo dos de sus integrantes y una mujer policía que conduce tanqueta.
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La Policía Nacional de Colombia, en desarrollo del Plan Choque “El que la hace la paga”, fase IV “Participación Cívica y Prevención”, destaca las historias de unos integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, entre ellos, dos funcionarios que hacen parte de este grupo y conforman un hogar junto con su hija de un año, lo cuales deben compartir su tiempo entre el servicio a la comunidad y su núcleo familiar. Igualmente, la única mujer Policía que conduce un vehículo tipo tanqueta en esta unidad especializada en el País.

Los Escuadrones Móviles Antidisturbios están conformados por personal entrenado y capacitado, encargado del control de disturbios, multitudes, bloqueos y acompañamiento a desalojos, teniéndose como objeto principal el restablecimiento del ejercicio de los derechos y libertades públicas. Esta preparación se enfoca en primera instancia desde la parte humanística, priorizando el respeto por los derechos humanos y derecho internacional humanitario, como también el manejo de crisis y un entrenamiento especializado.

Más allá de la preparación de los hombres y mujeres Policías que conforman estos Escuadrones, encontramos seres humanos con sueños y proyectos; entre sus formaciones hallamos padres, madres, hijos y funcionarios que se capacitan en diferentes áreas del saber.

Uno de estos casos es el de la Patrullera Viviana Quiroga y el Subintendente Genadio Zapata, ambos con seis6 y 15 años de servicio en la Institución respectivamente, los mismos que han entregado al servicio del ESMAD. Ellos, conforman un hogar junto con su “princesa”, como le llaman a Salma, de un año de edad. Tal como lo dice Viviana: “amo mi profesión de ser Policía y amo ser mamá”, desde estas palabras se mezclan una serie de sentimientos puesto que junto con su pareja comparten su rol de padres con el servicio a la comunidad, en pro de la seguridad y convivencia de los ciudadanos.

Cada mañana antes de partir a sus labores, aprovechan minuto a minuto para robarle sonrisas a su hija, luego bajo el cuidado de una de sus abuelas queda Salma, quien ve como sus padres toman rumbo a cumplir la misión de servir. Mientras ellos solo esperan aportar en la construcción de una sociedad y regresar a casa con la satisfacción del deber logrado y con la frente en alto mirar a los ojos a su pequeña.

De otro lado, condecorada recientemente con la medalla de la Dirección de Seguridad Ciudadana “Brigadier General Valdemar Franklin Quintero”, la Patrullera Magda Castañeda de 24 años, con seis años de servicio en la Policía Nacional, el mismo tiempo que ha conformado los Escuadrones Móviles Antidisturbios, llama la atención por ser la única mujer Policía en el País, encargada de llevar en sus hombros la responsabilidad de conducir los vehículos tipo tanquetas de este grupo.

El amor por lo que hace es evidente, su inmensurable vocación por el servicio de Policía lo trae consigo desde su niñez, toda vez que desde siempre quiso servirle a la comunidad. Conducir vehículos hace parte de su ADN, ya que como lo aduce ella misma, de su padre conductor de profesión, esta pasión.

Actualmente adelanta octavo semestre de licenciatura de educación física y recreación, es técnica en mercadeo y liquidadora de nómina, y tiene claro como ella misma lo afirma: “las mujeres no tienen límite”.

Ambas historias coinciden en algo, lo primero que el servicio y el amor son bandera para edificar un mejor país, que los sacrificios tienen sentido cuando los resultados se reflejan en el cumplimiento de los deberes como ciudadanos, como servidores públicos, como padres y con el respeto por los demás.

Invitamos a la ciudadanía a ejercer sus derechos respetando los de los demás, a abrir espacios al diálogo y expresarse de manera pacífica.