La Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional, ha venido desarrollando una serie de controles policiales durante la “Semana Santa”, que han permitido que la siniestralidad vial y sus consecuencias fatales disminuyan ostensiblemente. En comparación con el año inmediatamente anterior, este año la accidentalidad se ha reducido un 13%, pasando de 969 accidentes el año anterior a 844 este año, de igual forma, las muertes en siniestros viales bajaron 40% (170 vs 101), una diferencia de 69 vidas salvadas, mientras los lesionados se redujeron un 10% (1.164 vs 1044) diferencia de 120 personas menos lesionadas.
Estos guarismos que denotan la efectividad del plan, implicaron la ubicación y sanción de 9.042 infractores, especialmente motociclistas (1.095), vehículos en mal estado mecánico (1.295), adelantamiento en sitio prohibido (437) y transporte informal (300).
Específicamente, se desarrolló un trabajo de control con aquellos conductores que insisten en conducir bajo la influencia del alcohol, durante el puente festivo han sido sorprendidos 210 conductores ebrios. De esta manera se evitan incontables accidentes, toda vez que un conductor embriagado tiene 140 veces más posibilidades de accidentarse que un conductor en condiciones normales.
Los efectos inmediatos del alcohol sobre el cerebro son depresivos o estimulantes, dependiendo de la cantidad consumida. En cualquiera de los casos, el alcohol perjudica la capacidad de discernimiento, torna los reflejos más lentos y reduce la atención y la agudeza visual. En el aspecto fisiológico, el alcohol disminuye la presión arterial y deprime la conciencia y la respiración.
De otra parte, es necesario destacar el incremento en la movilidad que se ha visto el presente año, hasta el momento, se registran 7.716.034 unidades paso peaje, destacando la movilidad de Bogotá que ha visto salir 866.853 vehículos e ingresar 561.075 más.