Una iniciativa que busca incentivar en la población infanto-juvenil no solo el deseo por aprender, sino que puedan asumir su preparación académica como el único medio para desarrollarse profesionalmente, permitiéndoles ser actores y protagonistas de los cambios sociales necesarios para la construcción de un país más próspero y en paz. La campaña que se ha venido realizando durante el mes de enero en las veredas más alejadas de algunos municipios del Valle de Aburrá, busca hacer un aporte económico a familias campesinas de bajos recursos al donarles la lista escolar de los niños y jóvenes matriculados en las instituciones visitadas, además de destacar lo determinante que es el estudio en el momento de alcanzar las metas y materializar sus proyectos de vida. Son las largas jornadas de trabajo para el grupo de uniformados liderado por el director de este centro educativo policial, recorren grandes distancias por caminos casi intransitables para encontrarse con estos expectantes pequeños, quienes disfrutan segundo a segundo cada uno de los números artísticos y reflexiones preparados para ellos, devolviendo con sus risas y alegría el aliciente que hace que al final de la jornada cualquier sacrificio valga la pena.De esta manera, la Policía Nacional sigue reafirmando su compromiso con las comunidades más necesitadas, trabajando incansablemente bajo la consigna que todos sus integrantes deben ser modelos de comportamiento y educadores permanentes, enfocando todos sus esfuerzos en la educación de los más pequeños con el fin de asegurar un cambio generacional que impulse un desarrollo social permanente y sostenible, a la vez que se consolida como una de las instituciones más respetadas y admiradas por parte de todos los colombianos.