COMANDANTE
Como Jefe Nacional de Administración de Recursos, presento un saludo respetuoso, reiterando mi compromiso ante la sociedad colombiana de seguir trabajando en la optimización y ejecución eficiente de los recursos financieros, logísticos y de infraestructura de la Policía Nacional, mejorando significativamente las capacidades institucionales y la calidad del servicio policial, lo que permitirá responder con eficacia a las necesidades que en materia de convivencia registra la comunidad.
Junto al destacado equipo de trabajo que me acompaña, y teniendo como pilares los principios de austeridad, innovación, sostenibilidad y transparencia, contribuiremos al logro de los objetivos propuestos y mejoraremos continuamente la gestión administrativa.
¡DIOS Y PATRIA!
El señor brigadier general Herbert Luguiy Benavidez Valderrama ingresó a la Escuela de Cadetes en 1998, es oriundo de Florencia-Caquetá, y es hijo de Germán Benavides, sargento viceprimero en uso de buen retiro de la Fuerza Aérea Colombiana, y de Nubia Valderrama, docente y enfermera. Su familia está conformada por su esposa Johana Ahumada Maldonado, con quien ha compartido 26 años de matrimonio, y sus dos hijos, Valentina y Juan Diego.
Es ingeniero químico, con especializaciones en seguridad, servicio de policía, gerencia de producción y operaciones, así como el Curso Estratégico de Seguridad Pública y el Curso Integral de Defensa Nacional, además de contar con nueve diplomados en diferentes áreas del conocimiento. Su formación académica y profesional le ha permitido hacer valiosos aportes a las metas y objetivos institucionales.
Desde el año 1998 laboró en la Dirección de Antinarcóticos, iniciando como Investigador del Grupo de Control de Precursores Químicos, posteriormente, continúo su trasegar por esta especialidad desempeñando cargos como: coordinador de la unidad judicial de la zona oriente y zona norte del país, responsable de la Unidad Especial Contra el Lavado de Activos, jefe Grupo de Investigación Criminal Antinarcóticos, comandante Compañía Antinarcóticos de la Regional Nro. 6 con base en el municipio de Necoclí-Antioquía y finalizó su periplo en esta dirección como jefe del Área de Investigaciones y Operaciones Antinarcóticos, desde donde articuló las capacidades operacionales para impactar de manera contundente a las organizaciones dedicadas al narcotráfico. Además, sus amplios conocimientos le permitieron fungir como capacitador de funcionarios de más de 10 países en temas relacionados en la lucha contra las drogas.
En el año 2019 fue destinado a laborar en el departamento de Nariño, donde fue subcomandante y comandante de la Policía Metropolitana de Pasto, implementando estrategias interinstitucionales para garantizar el goce de los derechos y libertades de los ciudadanos de esta región. Entre 2020 y 2023 asumió roles de gran relevancia en la ciudad de Bogotá, donde fungió como Comandante Operativo de Seguridad Ciudadana de la zona norte y sur de la ciudad, y subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá. Una vez logrado su ascenso al grado de Brigadier General en el 2024, fue nombrado Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, donde desplegó el nuevo modelo del servicio de policía, fortaleciendo el trinomio de la seguridad (Policía, Autoridades y Comunidad), en noviembre del 2024 asumió como Comandante de la Región de Policía Nro. 8 y desde el mes de febrero de 2025 ocupa el cargo de Jefe Nacional de Administración de Recursos.
La integridad, el compromiso y la vocación de servicio han sido los valores que han orientado su trayectoria profesional, permitiéndole contribuir significativamente a la mejora continua del servicio policial.
Administrar los recursos logísticos y financieros de la Policía Nacional, con el fin de contribuir al cumplimiento de la misionalidad institucional.

La Policía Nacional de Colombia, desde sus inicios con el comisario Juan María Marcelino Gillibert y el cuerpo de generales, ha recorrido todo el territorio capitalino con vehículos de tracción humana o carretas para transportar ebrios y detenidos cuando tuvo bajo su responsabilidad apagar incendios con un único vehículo de tracción animal en la capital o atender heridos y enfermos con un coche ambulancia.
Nuestra policía siempre ha tenido diversas necesidades administrativas, ha modificado sus uniformes, ha evolucionado en sus medios de transporte, su infraestructura y su armamento durante toda la travesía evolutiva de esta república, ha sido protagonista de innumerables hitos que marcaron la historia de la administración, ha tenido diversos nombres y cambios en esta carrera del tiempo y siempre ha sido la base que ha hecho posible que el servicio de policía conserve el orden en nuestro país.
Era 1923 cuando el entonces presidente de la república encargado Roberto Urdaneta Arbeláez firma el inicio de la construcción del palacio de la Policía Nacional un predio ubicado en el sector de la candelaria, monseñor Emilio de Brigar Silva bendice la primera piedra del edificio diseñado por el arquitecto Alberto Manrique Martín su diseño inspirado en las realizaciones eclepticas del nuevo arte europeo en el ático de la puerta principal descansan dos esculturas alegóricas realizadas por el maestro Félix María Otalora obra titulada el día y la noche asegurando desde este momento la unidad institucional y cultural exaltando la estética frente a la que nos vemos sensible y congnocitivamente confrontados todo esto construido sobre 1570 metros cuadrados y su costo se calculó ascendió a un total de 208.624 pesos con 15 centavos.
Antes de la existencia de una Dirección Administrativa, existía un grupo denominado edificios, creado en 1949. Respondía a algunas necesidades de carácter institucional para la época y se enfocaba en el desarrollo de pequeños proyectos, algunos diseños arquitectónicos y sus oficinas funcionaron en el palacio de la Policía Nacional. El primero de enero de 1960, la nación asume a su cargo el sostenimiento, dotación y pago de los sueldos de la Policía en todo el territorio de la república en cumplimiento de la ley 193 del 30 de diciembre de 1959, de este modo terminando su proceso de nacionalización. 6 años después, el decreto No. 1667 de 1966 contempló a la parte administrativa como una rama de asesoría para el señor Director General.
A los 54 años, la Dirección General funcionó en el llamado palacio de la policía hasta que el 4 de febrero de 1980, el entonces director de la Policía Nacional, Brigadier General Pablo Rosas Guarín, firmó los contratos para la construcción de las nuevas instalaciones de la Dirección General. Una vez concedida la adjudicación a la empresa Pinski & Asociados, el señor presidente Julio Cesar Turbay firma el pergamino para inicio de construcción y protocolariamente lanza la primera palada en el terreno de obra el 10 de enero de 1980. Dos contratos firmados por el director de la Policía Nacional comprenden la construcción de las instalaciones de la Dirección General y el Hospital Central.
Uno relacionado con la construcción y sismificaciones por un valor cercano a los 247.000.000 millones de pesos y uno más para efectos de acabados y obras exteriores por un valor cercano a los 277.000.000 millones de pesos. El señor presidente de la república, Julio Cesar Turbay Ayala, descubre la placa de inauguración del nuevo edificio de la Policía Nacional acompañado del señor Mayor General Francisco José Naranjo Franco, director de la Policía Nacional, y el Ministro de Defensa. En el año de 1983, siendo presidente de la República de Colombia, el doctor Belisario Betancourt, mediante el decreto No. 2137 del gobierno nacional, se aprueba la reorganización de la Policía Nacional. es así como se establece por primera vez la Dirección Administrativa y Financiera de la Policía Nacional, con el fin de brindar a la institución un equipo especializado en desarrollo de las actividades administrativas, integrada por 8 divisiones: Logística, Financiera, Sistematización, Transportes, Armamento, Comunicaciones y Electrónica, Remonta y Veterinaria y servicios generales, involucrando de esta manera el manejo administrativo y financiero de una misma Dirección.
En el año 1993 esta dirección paso a ser la Subdirección Administrativa y Financiera de la Policía Nacional la cual contenía 3 diferentes divisiones así Financiera, Logística y apoyo a los servicios de Policía reagrupando y clasificando su respectivas divisiones de acuerdo a su especialidad, en el año 2001 mediante la resolución 03023 se desarrolla la estructura orgánica de la Dirección Administrativa y Financiera en la cual se desliga la función de Comunicaciones y Electrónica en el año 2008 y mediante la resolución 4171 nuevamente se realiza una modificación importante a la estructura de la dirección pues se establecen 4 áreas con el fin de dinamizar el componente Administrativo y Financiero de una forma integral y equitativa así: logística y abastecimiento, Financiera, Contratación y Gestión Administrativa esto con el fin de lograr una mayor cobertura en la administración de los recursos financieros y logísticos a nivel nacional y con proyección a una mejor organización. En el año 2014 se realiza modificación donde establecen nuevamente 4 áreas encargadas de desplegar los procesos administrativos y financieros a nivel nacional, así: Área Logística; Área Financiera; Área de Contratación; y Área de Infraestructura.
El 26 de julio del año 2022, mediante la resolución 02220, se define la estructura orgánica de la Jefatura Nacional de Administración de Recursos, se determinan funciones a sus 10 dependencias y sus dos direcciones. El 25 de enero de la vigencia 2023 se define la estructura orgánica y se determinan las funciones de las dependencias adscritas a La Dirección Logística y Financiera mediante la resolución 0269, conformada por la Subdirección Logística y Financiera y tres áreas como lo son la logística, contratación y financiera, así como las unidades desconcentradas del área logística y financiera y grupos logístico, financiero y de contratos; Para el año 2023 el 25 de enero, se define la estructura orgánica de la Dirección de Infraestructura y se determinan las funciones de sus dependencias, conformada por la Subdirección de Infraestructura y tres áreas con lo son bienes raíces, gestión de proyectos, mantenimiento y conservación de infraestructura transversalmente con las unidades desconcentradas de grupos y regionales de infraestructura, y grupos bienes inmuebles.
Las cuales, de la mano de los avances tecnológicos, han implementado diferentes soluciones ante las nuevas necesidades que se han presentado en la institución, como la innovación de construcciones bioclimáticas, la sistematización de procesos contractuales, repotenciación de armamento, compra y adecuación de vehículos integrales para el servicio de policía dotados con las últimas tecnologías, mejora en el diseño y fabricación de uniformes para el personal de la institución, entre otros. Una gran unidad con grandes profesionales ha llevado y continuarán llevando sin descanso a nuestra Policía Nacional por el camino del progreso hacia la modernización hacia el futuro. Una historia de lucha y de progresos, y ahora analizamos el presente mejorando nuestros procesos y observamos el futuro con la esperanza de que nuestros hijos tengan una mejor policía gracias a una impecable administración.
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