Deambulando desde cachorro sin amo ni hogar en plazas de Manizales, ¿Rambo¿ como era conocido, conoció lo prohibido.
Su destino que lo obligó a caminar entre escombros y a correr en medio del inclemente clima de la noche, lo convirtió en un guerrero con un instinto fuerte pero a la vez muy vulnerable a malas costumbres de algunos malintencionados.Una hermosa historia que cambia la vida de este can; una transformación digna de admirar y compartir en manos de un grupo de uniformados que con alma noble pero con sombrero rígido, acogieron a este nuevo ¿Rambo¿ de la vida, a Esagu como fue bautizado por Carabineros de la Escuela Alejandro Gutiérrez.De aquella mirada triste, renació un hermoso ejemplar criollo que con tan solo dos años, es ahora uno de los mejores perros, ejemplo de una raza sufrida pero valiente.