Dos heroicos policías rescatan una mujer de la tercera edad abandonada

Un ciudadano del sector los acompañó en su búsqueda.
  • camilla_improvisada

Aproximadamente a las tres de la tarde del 27 de febrero. A la línea de emergencia 123, un ciudadano denuncia que escucha voces de auxilio en una ladera.  La central de radio le indica al cuadrante 12 del CAI Liborio conformada por los patrulleros Davian Alberto Londoño y Wilmer Felipe Tavorda, con 12 y ocho años de servicio, verificar las voces que según la denuncia proviene de una empinada colina.

“Estábamos cerca del sitio, las indicaciones nos llevaron a un costado de los lavaderos; esta vía esta olvidada y de hecho son pocas las personas que transitan por acá. Cuando llegamos verificamos la información, pero no observamos o escuchamos algo extraño.” decidimos retirarnos, pero a medida que se alejaban del lugar en la motocicleta, ambos estuvieron de acuerdo en devolverse y buscar en medio de la montaña que conduce a la quebrada Olivares.  

Caminaron 50 metros en descenso por la empinada colina; observaron una casa en madera y un pequeño cerco que la delimita, hay una señora les da las primeras indicaciones en las que menciona que hace varios días escucha voces en horas esporádicas pidiendo ayuda o nombrando a “Mario”.

A la búsqueda se les unió otro ciudadano, bajaron con destino a la quebrada Olivares, en total caminaron 150 metros desde el borde de carretera. Cuando caminaron cerca de las canaletas escucharon una voz entrecortada y débil, como de una mujer adulta.  “nos sirvió de guía, esas voces de angustia que repetía el nombre de Mario, se escuchaban en medio del fuerte sonido de la quebrada”.

Los patrulleros Tavorda y Londoño corrieron orientados por el eco y encontraron sola, en estado de abandono, con la ropa sucia, en el suelo, sin posibilidad de caminar, quemada por el sol, con lo labios secos a una mujer de aproximadamente 80 años.  “no sabíamos si sonreír o llorar de ver la cruda realidad” fueron los primeros sentimientos que compartieron juntos.  

Al parecer a la señora la trajeron hasta este lugar o en su defecto se extravió; el anillo de matrimonio todavía la acompañaba en su mano derecha. Por su estado, dedujeron que llevaba aproximadamente más de 8 días bajo las inclemencias del clima.  

El ciudadano los ayudó a improvisar una camilla con perfiles y un lazo con el unieron una silla que estaba abandonada en el lugar. sujetaron a la débil mujer, para iniciar el largo camino de ascenso por la empinada colina. Al borde de la carretera los esperaba una ambulancia que verificaría su estado de salud.  

Por fortuna la mujer estaba bien, como un roble menciona el uniformado, recordando a sus abuelos. Luego la trasladaron hasta la UPV, Unidad de Protección a la vida, allí se encargaría de ella.