Día a día en medio de los patrullajes y actividades sociales los uniformados de la Policía Nacional encuentran historias que conmueven y tocan lo más profundo de nuestros corazones; para nadie es un secreto que en muchos territorios de nuestro país hay familias enteras que se levantan cada mañana pensando en cómo sacar adelante a sus hijos.
Es por esto la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental inició la campaña “Mis zapaticos” ¡De regreso al colegio de la mano de mi amigo el policía!; por medio de esta, se dieron a la tarea de buscar puerta a puerta a cada uno de esos niños y niñas que por diferentes circunstancias no lograron inscribirse en una institución educativa.
Una vez identificamos los casos, apadrinaron a esos pequeños, gestionaron en los colegios los cupos, los matricularon, posteriormente, les hicieron entrega de uniformes, útiles escolares y por supuesto de “los zapaticos” … al tener esto listo, el primer día de clases los hombres y mujeres de la Dirección de Carabineros y protección Ambiental los llevaron de la mano hasta la institución, pero inculcándole a sus padres, el compromiso y la importancia de continuar reforzando su educación.
“Cuando iniciamos solo eran 300 los niños y niñas que pensábamos alcanzar, pero, gracias a la ardua labor de nuestros Policías, ¡hoy son 3 mil los alcanzados!” dice el coronel William Castaño Ramos Director de Carabineros y Protección Ambiental. Pero el trabajo no quedó allí, en las instituciones educativas están impactando a nuestros niños, niñas y adolescentes a través de charlas preventivas en: Educación ambiental, consecuencias del uso de sustancias psicoactivas, abuso sexual, deserción escolar y las responsabilidades y deberes que ellos tienen como estudiantes.
Antes de ingresar a clases se realizaron jornadas de limpieza y adecuación de los colegios para brindarle mayores garantías a quienes son el futuro de nuestro país y no bastando con eso, pues gracias al trabajo arduo de estos hombres se está recuperando una escuela en el municipio de Caucasia.
Las 3 mil historias de “Mis zapaticos” dejan una gran lección de vida y es la de seguir incansablemente dando todo nuestro mayor esfuerzo para proteger a las familias, esta campaña no se trata de caridad, se trata de solidaridad y amor por nuestro prójimo.
Por eso la Policía Nacional agradece hoy a cada comerciante, cada trabajador y cada policía que sin dudarlo saco de su propio bolsillo para bendecir a un niño que lo necesita.