​​En el monitoreo de la ciudad realizado desde la central de cámaras de seguridad, manipuladas por la Policía Metropolitana de Manizales,  avisa a las patrullas del cuadrante 7 y 26  del CAI Galán de un posible hecho de suicidio. Mientras que las patrullas llegaban  lo más pronto posible al Puente Olivares, el primer uniformado en acudir no lo perdía de vista, en ese momento el ciudadano observa la  altura del puente. Dentro de los protocolos los uniformados alertaron a las instituciones de socorro para que estuvieran alertas, llegado el caso que el hombre decidiera lanzarse. Los segundos más largos lo vivió el operador de las cámaras de seguridad, toda vez que  el movimiento corporal que podía observar del hombre desesperado, le daba lectura de su pretensión en quitarse la vida, su cabeza gacha demostraba un estado  anímico bajo. Nuevamente  solicita a las patrullas llegar al sitio  lo más pronto posible. Como lo muestran las imágenes al puente llega un primer motorizado y parquea su motocicleta detrás del sujeto, acercándose rápidamente.  El uniformado lo toma de la pretina del pantalón y luego se gira tomándolo de su brazo izquierdo. El patrullero intentando disuadirlo le hace preguntas luego le pide que se baje de la baranda. Dos uniformados llegan después, y en rápida maniobra lo toman de la cintura  y lo bajan cuidadosamente. Un policía le preguntan varias cosas pero el sujeto guarda silencio, nuevamente uno de los policías le insiste y trata de alentarlo con palabras motivadoras  y finaliza con el valor que tiene la vida y en especial para su familia. El hombre de 29 años de edad, les menciona algunos problemas familiares del cual se siente culpable.  Al notar el estado anímico,  lo trasladan al centro piloto y de allí a la clínica San Juan de Dios.  Las policías del cuadrante pasadas horas del suceso acudieron a indagar sobre el  estado de salud del ciudadano, quien nunca quiso revelar su nombre. En la clínica indicaron que lo atendieron y un familiar estuvo en su proceso de recuperación.