Aquellos que tenemos la inmensa alegría, y para muchos, la bendición de ser padres y policías al mismo tiempo, somos conscientes del sacrificio que debemos hacer para garantizar la formación personal y humana de nuestros hijos.Creo firmemente que los momentos más felices de nuestra vida estuvieron precedidos del llanto inocente de nuestros hijos recién nacidos. Esos primeros gestos y sus incipientes gracias, nos llenaron el corazón de esperanza, amor y compromiso. Por ellos, y por nuestras familias, nos levantamos todos los días con un agradecimiento especial a Dios y a la institución por darnos la oportunidad de compartir en vida las alegrías de su crecimiento.A veces, los papás policías no podemos presenciar su primer paso, esas palabras iniciales que tanto regocijo producen, sin embargo, desde la distancia y desde nuestro amor por la Patria, podemos sentirnos útiles y felices, pues no existe un solo hijo de policía que no narre con orgullo a sus amigos las aventuras de su papá. Para ellos somos valientes, ejemplares y héroes.Los invito en este día del padre a que sigamos siendo el orgullo de nuestras familias. Si transitamos siempre por el camino de la verdad y de la ley, ellas encontrarán en nosotros el espejo de su existencia, el ejemplo que los hará libres, justos y dignos de ser colombianos. Feliz día del Padre General Rodolfo Palomino López