Nació en los campos de Pitalito (Huila) y creció con el sueño de convertirse en policía para ayudar a las madres campesinas y a sus hijos. Trabajó en vigilancia, en oficinas, en Sanidad y en Centros de Conciliación, en grandes ciudades y pueblos, pero nunca olvidó su fascinación por las orquídeas, consideradas las flores más bellas del mundo, con 25.000 especies, una de las cuales, la Cattleya Trianae, es la flor nacional de Colombia. Y en esa belleza natural, la sargento Alicia Ñáñez Bambagüe, con 21 años en la Policía y con dos hijos, encontró el camino para organizar a más de 50 humildes madres de familia del corregimiento Bruselas, en Pitalito, para echar a andar un proyecto productivo que está a punto de convertirse en una empresa comercializadora de orquídeas. Con el apoyo de técnicos agropecuarios de Carabineros y del SENA comenzó la capacitación, en especial entre diciembre y julio, cuando la producción cafetera es baja y escasea el trabajo para las mujeres y los jóvenes. Rápidamente, de la mano de un clima cálido y benévolo para la producción de esta flor, los cultivos germinaron, tanto los de orquídeas nativas como las híbridas. Las primeras, que por ley no se pueden comercializar, sirven para repoblar sus zonas de origen; y las segundas, muy apreciadas en el mundo de los negocios. Así nacieron dos asociaciones: 'Bruselas' y 'María Catleya'. Esta última toma su nombre de la devoción de los lugareños por la Virgen y rinde homenaje a nuestra flor nacional. Así comenzaron las exposiciones locales hasta llegar a Bogotá a la Feria de las Colinas, y ya están golpeando las puertas del Ministerio de Agricultura para seguir tecnificando la naciente empresa. A la par, la sargento lideró la creación de tres asociaciones de jóvenes campesinos para cultivar tomate y otras especias menores, que ya dieron sus primeras cosechas. "La gente quiere a su Policía y, desde esta Institución, se puede ejercer mucho liderazgo en beneficio de los más necesitados para que mejoren sus ingresos y su calidad de vida".