La historia del sepulturero que puede dedicarse a ¡descansar!

La historia del sepulturero que puede dedicarse a ¡descansar!

Herrán, Norte de Santander. En ese municipio fronterizo, la gente muere de vejez o enfermedad pero no por la violencia
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Herrán, Norte de Santander. El sepulturero de Herrán, se dedica a la albañilería porque a su cementerio desde hace más de 10 años no llevan personas muertas por la violencia En cumplimiento de la política de seguridad ciudadana del Gobierno Nacional y de la campaña ¿Un compromiso de Corazón¿ adelantada por la Policía Nacional en esta región del País, el Departamento de Policía Norte de Santander celebra los más de 10 años sin homicidios en un municipio del Departamento.Herrán, un municipio del Departamento Norte de Santander ubicado en la frontera con Venezuela, a 87 kilómetros a la capital del departamento, fundado el 06 de noviembre de 1860 por José Antonio Bautista Patiño, se ha convertido en uno de los municipios más seguros del país gracias al trabajo realizado por la Policía Nacional en la efectiva implementación de estrategias y procesos en pro de la convivencia y seguridad ciudadana.Es que causa curiosidad conocer que el último homicidio registrado en Herrán fue el de un ciudadano asentado mediante acta de defunción en la Registraduría de ese municipio el 28 de marzo de 2003, por lo que desde ese año uno de los principales objetivos proyectados y alcanzados por la Policía Nacional y la administración municipal fue de reducir la cifra de muertes violentas a cero.Es así que dan cuenta de ello la prevención y educación, la aplicación del Modelo de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes complementada con labores de Investigación Criminal, patrullajes constantes con registros de personas y el acercamiento inquebrantable con la comunidad, además de la tolerancia de sus habitantes son piezas indispensables en el fortalecimiento de la convivencia y seguridad ciudadana en todos los municipios Nortesantandereanos.De esta manera hoy se dice en las calles de Herrán, que Marcos Pabón Santos, lleva laborando como sepulturero 3 años y le heredó esa profesión a su padre, que se dedicó la mayoría de su tiempo a descansar y de vez en cuando a la albañilería porque, según él, no llega ¿trabajito¿ al cementerio que tanto cuidaba. Seguirá así el Departamento de Policía Norte de Santander cultivando sus vínculos con la comunidad y, al terminar el año se espera no se cometan homicidios ni otros delitos, para que en otros municipios de Colombia otros sepultureros de oficio se dediquen por largos años también a descansar.