La perra entrenada en detección de estupefacientes por la Policía Nacional, inclinó su cuerpo y dio la señal que indicaba la presencia de un gigantesco alijo de cocaína en la terminal de carga del Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá; y de paso, desencadenó una operación trasnacional que permitió arrebatarle a la mafia, dos toneladas de droga.La Policía Nacional y autoridades mexicanas decomisan dos toneladas de cocaína camufladas en polvo negro para cartuchos de impresoraEl canino olfateó un contenedor de madera perfilado por investigadores de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, que lo apartaron por las sospechas que generaba la salida de un producto inusual hacia la región de Sinaloa (México).48 cajas contenían un polvo negro, referenciado como un compuesto químico utilizado para cargar cartuchos de impresoras y tóner de fotocopiadoras, que estaba embalado en bolsas plásticas, rotulado y listo para supuestamente ser exportado.Los policías antinarcóticos también sintieron un fuerte olor que expelía el envío e identificaron que no cumplía con el peso de un artículo de esta naturaleza. Ahí fue donde actuó "Mona" y su olfato resultó determinante para despejar cualquier duda. Tan pronto se conocieron los primeros resultados químicos realizados en laboratorios de la Policía Nacional, que daban cuenta de cocaína con apariencia oscura, la Dirección de Investigación Criminal DIJIN, conoció una información sobre otro cargamento de droga negra que habría salido del Aeropuerto El Dorado, horas antes del ya decomisado. Gracias a los acuerdos de cooperación con las autoridades de México, se reportó oportunamente el vuelo en el que iban las cajas con supuesta tinta o polvo para cartuchos de impresora, y la policía mexicana ubicó el avión en el aeropuerto del Distrito Federal. En cajas y bolsas, iba la tinta negra que también dio positivo para cocaína. El peso de ese decomiso fue de 961 kilogramos en peso bruto y evidentemente, el contenedor de madera fue embarcado en el Aeropuerto de Bogotá. En ninguna de las dos operaciones hubo capturas, pero la Policía colombiana y su homóloga de México, tienen indicios de los dueños de los dos alijos. Aparentemente sería recibido por integrantes del cartel de Sinaloa y al parecer, fue enviado por una red narcotraficante que tiene arraigo en la Costa Atlántica de Colombia. Por ahora, se tienen los documentos que daban apariencia de legalidad a la presunta exportación de polvo negro para tóner, en los que figura como remitente una supuesta compañía con sede en el sur de Bogotá, mientras que el destinatario era un consorcio de Sinaloa (México). Se trata de establecer si son empresas ficticias. Los investigadores de la Policía Nacional establecieron que para separar el estupefaciente, se requiere de personas con amplios conocimientos en química, quienes recurren a solventes como el diclorometano, para extraer el alcaloide y recuperar la base, luego la someten a otro proceso y obtienen el clorhidrato de cocaína. Sólo después de este procedimiento, se puede saber la cantidad real de droga que contenían las dos cargas.En 2015, la Policía Nacional se ha incautado de 115 toneladas de cocaína, así mismo, a través de cooperación internacional, ya son 47.2 toneladas localizadas en el extranjero.