Nuestra Carabinera lleva 6 años en la Policía Nacional, trabaja en la metropolitana del Valle de Aburrá, hoy mira con el dolor esta tragedia en su pueblo natal, la cual se llevó a familiares y a sus amigos del barrio y de la  escuelita Ramón Vélez Isaza y del Liceo Julio Restrepo. El pasado lunes cuando se enteró que desbordamiento de la creciente La Liboriana, fue como si una corriente de angustia la hubiese también invadido, tomó el teléfono y se aseguró de que su señora madre estuviese a salvo, le preguntó por el pueblo, familia y  vecinos, una vez constató que ella estaba bien pidió al Capitán Sánchez del componente de Carabineros que la dejara hacer parte de la comisión de apoyo para ella misma ayudar a su pueblo no como espectadora sino como una Policía salgareña.Ya estando en el lugar su dolor es indescriptible, mirar lo que ha quedado del sitio donde nació y creció, ver sus recuerdos tapados por el lodo y las ruinas, es algo que no puede definirse.  A su mente llega la imagen del parque de las Banderas, ese punto de encuentro obligado para estudiantes y profesores al terminar las jornadas de clase, un hecho como otros en los que compartió tantos momentos felices con amigos y seres queridos como el día en que despidió para ingresar a la Policía Nacional, el día que les dijo adiós pero nunca pensó que fuera un adiós para siempre.Hoy mira hacia La Margarita donde fue la magnitud de la avalancha pero el río se llevó a otras familias de las veredas cercanas donde tenía sus mejores amigos y los de su hermano, el patrullero Juan Alexis Zapata, para él la angustia es peor pues está lejos de Antioquia.La preocupación mayor es por su señora madre quien sigue viviendo cerca de la vereda pero no cerca a la quebrada, ella está conmovida y hoy a las 03:00 pm horas será su reencuentro en el primer funeral masivo por los 39 fallecidos ya identificados; desde Enero cuando fue el último permiso de varios días con ocasión de la navidad no se abrazan por eso hoy será un solo consuelo.SIn embargo, estar aquí la alienta más, cuenta de este día que en el barrio Los chorros de Silva, donde se crió en el sector de Nápoles, hacia la madrugada se inundó de nuevo y en una casa por una de las cuadras donde caminó en las raíces de un árbol los grupos de rescate y de Policía que no han parado su labor fue hallado un cadáver.Son sentimientos encontrados porque su luto interior lo sobrepone con su vocación de servicio como policía, por eso ayuda activamente en las labores que se adelantan;  su padre y sus abuelos ya habían fallecido antes de la tragedia y en algunas de sus tierras  Natali desde ayer convirtió los lotes en el hospeda de algunos de sus compañeros y para los caballos que llegaron para el apoyo."Un mensaje a sus paisanos antioqueños y es que la fortaleza los caracteriza, esta situación que se llevó a sus familias enteras donde muchos niños quedaron huérfanos, será más llevadera con el apoyo de los entes gubernamentales y la solidaridad de la comunidad, en la espera de resurgir en esta segunda oportunidad que les da la vida".