“El sanador de animales abandonados"

“El sanador de animales abandonados"

Cali. Un patrullero que demuestra su honor policial ayudando a los animales maltratados, todo comenzó por una mordida que casi lo deja sin antebrazo.
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Raúl Bonilla trabaja en la Metropolitana de Santiago de Cali y lleva en la Policía 7 años, ha trabajado en 4 unidades del departamento del Meta, donde nació y creció, es hijo de llaneros y ha laborado en las diferentes estaciones de Policía de Cali, actualmente labora en la Estación de Policía Lido.Criado entre bellos campos en el municipio de San Carlos de Guaroa, dedica su tiempo libre a cuidar animales desprotegidos y junto a su esposa comparte esta pasión. El criarse en el campo le permitió desde pequeño conocer animales de todo tipo en los llanos colombianos, de pequeño perseguía y jugaba con los armadillos y con las culebras, siempre fue un protector de sus mascotas; recuerda a su perro de infancia un pitbull del que tuvo que despegarse a la fuerza porque al nacer una bebe en su familia tuvieron que apartarlo para evitar accidentes con la pequeña, una separación que nunca olvida porque es como separarse del mejor amigo de infancia.Ya siendo profesional de policía ha tenido otras mascotas y recién llegado a Cali comenzó a buscar a su amigo fiel, por razones de tiempo siendo policía de la especialidad de vigilancia era difícil cuidar de una, sin embargo como cosas del destino encontró a Max, un labrador perdido en una terminal que no encontró abrigó en nadie más que en nuestro Patrullero.Max sembró ese amor por adoptar mascotas callejeras, luego cuando reunió varios animales y por la falta de tiempo empezó a capacitarse en el tema de adopción de mascotas, un animal es un ser y no puede tenerse alejado del cariño y la protección.Luego de Max vino Luna, una peluda que le obsequiaron en adopción porque su dueño no podía mantenerla, este año ya ha rescatado a 10 perritos, otras camadas han sido llevadas a los CAI y obviamente su corazón y también su bolsillo solo le permite tenerlos por poco tiempo por eso cuando descansa se dedica a desarrollar campañas de adopción con su propio perfil en redes sociales con amigos y vecinos.La mensajería instantánea le ha permitido llevar a cabo pequeñas campañas de adopción. Entre sus historias caninas recuerda un accidente en la comuna 19, en la que dejaron abandonado y en pésimas condiciones a un can."No tuve más camino, mis compañeros de estación y del CAI me dijeron que yo era el único que podía hacerme cargo de él, así que decidí llevármelo a mi casa y rehabilitarlo poco a poco, el perro estaba aislado de mis mascotas mientras se recuperaba y un día antes de entregarlo en adopción me ataco el antebrazo, fue una lucha que tuve que apaciguar porque era una animal fuera de control y es ahí cuando uno entiende que sigue siendo un ser que a pesar del cariño y la ayuda su instinto de cuidar a su amo o los mismos celos lo hacen comportarse con su naturaleza", afirmó Bonilla.Aquella situación no le arrebató el amor por los animales, continúo trabajando y como muestra de ello lanzó "La casita del bosque o el hogar de las zarigüeyas" por redes sociales, proyecto que lo entusiasmó junto a la iniciativa de otro amante de los animales y fue allí donde nació su afinidad por salvar especies que no son comunes. Un artista valluno conocido como el hombre Zarigüeya impulsa y educa sobre el concepto erróneo que la gente tiene de las Zarigüeyas, es un marsupial familia de los coalas y los canguros que la gente desconoce y mata pensando que es un roedor, también ama a los animales.Finalmente en su loable labor ha recibido ayuda del CAI Cristo Rey, en especial de su comandante, el subteniente Calderón quien también se unió a esa lucha por proteger los animales, recolectar y donar alimento y ser uno más en la lista de policías que silenciosamente y con recursos propios hacen lo que parece imposible en lo más posible y bello.