La tragedia para la familia Evanjuanoy, compuesta por dos humildes campesinos y sus ochos hijos, comenzó el 21 de junio en horas de la madrugada cuando se percataron de un fuerte olor a quemado, pero nunca pensaron que su casa comenzaba a desmoronarse en cenizas por una falla eléctrica. Don Pablo, su esposa y sus ocho hijos fueron auxiliados oportunamente por integrantes de Osococha, resguardo Yunguillo de este municipio al que pertenecen. Es así que desde el pasado 21 de junio, los Evanjuanoy han tenido que sobrevivir durmiendo en carpas y con la ropa que las personas de buen corazón han donado para su subsistencia.Hoy, dignificamos el verdadero sentido de servir a quien nos necesita y de tender una mano amiga; una titánica labor de recolección que empezó por iniciativa de uniformados que brindaron utensilios de primera necesidad y prendas de vestir mientras avanzan las gestiones con Putumayenses solidarios para devolverle la alegría a esta familia.