Un profesor policial en una loable y bilingüe labor

Un profesor policial en una loable y bilingüe labor

País. “Cada día de clase, los estudiantes nos hacen sentir orgullosos de nuestro oficio, lo más valioso es reconocer que también nosotros aprendemos de ellos”
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¿A quién un maestro en alguna vez no le marcó un momento importante de la vida y jamás ha sido posible olvidarse de ello? Ellos son personas que brindan sus conocimientos con amor y entrega el cual también hacen parte de nuestra institución así como el Teniente Giovany Álvarez Sánchez mediante un proyecto que dio inicio hace un año en la Escuela de Policía Rafael Reyes capacitando en lengua extranjera a niños,  niñas y jóvenes de escasos recursos.La idea nació del diagnóstico realizado desde la oficina de proyección social de su unidad, donde apoyado por dos trabajadoras sociales, a través de visitas domiciliarias vieron la realidad en cifras "un alto número de deserción escolar y tiempo libre en los infantes era predecible".Así nació la escuela de formación para jóvenes entre los 5 a 12 años de edad, para el aprendizaje del idioma inglés, con un cupo inicial de 15 niños y niñas, que en la actualidad ya suman 50 estudiantes que llegan cada sábado con el deseo de aprender y divertirse.  Para este proyecto se cuenta con un "laboratorio" como él lo denomina, el cual está equipado con pantalla inteligente, tabletas, computadores portátiles, fijos y otros medios para desarrollar y mejorar las habilidades de sus estudiantes que se sumergen en el maravilloso mundo bilingüe.El programa lo desarrolla en un proceso progresivo de tres niveles, cada nivel está delineado para desplegar principalmente las habilidades de interés académico y profesional,  según el nivel de competencias lingüísticas, además se enfoca en cada una de las actividades para ampliar sus capacidades básicas comunicativas en tres aspectos: escuchar, hablar y escribir.El Teniente Álvarez "Teacher" como lo llaman sus estudiantes, en una ocasión por necesidades del servicio creía que tendría que dejar a sus educandos seguramente para siempre, al comunicarles esto muchos de los niños y niñas tuvieron una reacción emotiva y sensible, lo cual hizo que se diera cuenta que había llegado a ser más que un docente para ellos, "llegué a su corazón y ellos al mío".Desde ahí al llegar el día de clases, el "Teacher" los espera en la guardia de la escuela en donde sus padres con mucho entusiasmo motivan a sus hijos para que aprenda mucho, los recibe con un gran abrazo, e inician el camino hacia su aula de idiomas,  donde se abre un mar de conocimiento en el que las palabras son las embarcaciones."La satisfacción de la labor cumplida termina en cada jornada con sonrisas,  gratitud y cariño por el Oficial y cada "teacher" (alumnos de la Escuela) que se unen temporalmente al programa, siendo esta la mayor recompensa". Las aspiraciones de este maestro policial es verlos crecer bajo la convicción de haber formado en ellos unos ciudadanos con mayor conocimiento,  además de tener un corazón noble con unas ganas enormes de salir adelante inspirados en ir por el camino del bien.