En un barrio formado a partir de invasiones, donde viven más de 4.600 personas en difícil situación económica, de las cuales 3.000 son niños, niñas y adolescentes. Una cuarta parte, incluso, habita en zona de alto riesgo, en terrenos fangosos que amenazan con deslizamientos, lo que indica que ellos deber ser reubicados. Los servicios públicos prácticamente no existen. Solo hay luz.Hasta El Poblado, en Sincelejo, llegaron policías del Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia para buscar un acercamiento con la comunidad y notaron que muchos de los lugareños, incluidos niños y padres, no sabían ni escribir su nombre. Fue entonces cuando la patrullera Olga Danith Medrano le surgió la idea de crear una "Escuelita sin techo", para alfabetizar a la mayor cantidad de habitantes. Inicio el proceso con un grupo de 10 niños, entre los 4 y 14 años, en su mayoría provenientes de hogares disfuncionales. Luego la cifra paso a 30. "Al comienzo no sabían coger un lápiz para escribir y hoy ya escriben su nombre, conocen el abecedario; algunos ya balbucean en la lectura, otros toman dictado y, lo mas importantes, todos ellos, sesión a sesión, sábado a sabido, que es día convenido con sus padres para reunirse y tomar las clases, en la residencia de doña Luz Marina Cuello, están conociendo más a la Institución. Se apropian de aquellos valores que habían sido reemplazados por los antivalores del odio, la apatía y el desamor, producto de la exclusión social, su agreste vivir y falta de orientación y educación"Otro tantos que tuvieron que abandonar el estudio, ya fuese porque el colegio más cercano queda distante, por falta de útiles escolares y uniformes, por física hambre o falta de motivación personal, quieren regresar a clase y, por eso, piden ayuda. Por eso, desde la Dirección de Protección y Servicios Especiales se están haciendo las coordinaciones pertinentes con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la alcaldía, el comercio y otras fuerzas vivas de esta ciudad, para la consecución de kits escolares, sillas escolares, uniformes y todo lo necesario en aras de garantizar la sostenibilidad en el tiempo de este proyecto, haciéndolo cada vez más vinculante al resto de esa población. "El objetivo es llevar algo de esperanza a estos niños que por algún motivo no han tenido las mismas oportunidades que los demás. La idea es llevarles un mensaje de amor, de apoyo, de presencia y respaldo institucional, de fe y esperanza, para que en un mañana cercano logren transformar su mente y su pensamiento y, con ello, su calidad de vida y la de sus familias".Periódico PNC – Edición No. 22