De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal, pero prevenible y curable, causada por un parásito transmitido por el mosquito Anopheles, así como por transfusiones de sangre y agujas contaminadas.
Para prevenir esta enfermedad, basta con evitar las picaduras de estos insectos usando mosquiteros en los lugares en los que va a dormir: toldos para cama o en las ventanas, así como uso de repelentes que contengan icaridina. Drene depósitos de agua estancados, fumigue regularmente y vista indumentaria de protección en lugares donde el paludismo sea común.
Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, confusión, convulsiones y dificultad para respirar. La enfermedad empeora en menores de 5 años, mujeres embarazadas o personas con VIH o sida. Suelen aparecen a los 10 o 15 días después de la picadura. Si no es tratado a tiempo, puede desembocar en un cuadro clínico grave y causar la muerte en 24 horas.
Debido a que los primeros síntomas son leves y similares a otras enfermedades, es difícil de reconocer de manera inmediata el paludismo, por lo que se recomienda hacer uso de una prueba diagnóstica parasitológica si recientemente visitó un lugar donde sea endémico. En caso de un resultado positivo, o si tiene la sospecha, debe visitar un médico de manera inmediata.
La malaria en Colombia afecta a comunidades vulnerables ubicadas en alturas iguales o inferiores a los 1.600 m.s.n.m., es decir, el 80% del territorio nacional, especialmente en las regiones Pacífica y la Amazonía, así como en el Chocó, Antioquia y Córdoba, según informa el Ministerio de Salud y Protección Social. En lo corrido de 2023 se han registrado 79.934 casos, con 1.357 complicaciones.