En el desarrollo de una importante operación que se adelantó en varios departamentos del país, se logra la captura de 18 personas y dos notificaciones quienes serían los responsables de controlar los expendios de droga en las zonas de rumba más concurridas del Valle, Meta, Cauca y Cundinamarca.

Más de un año de investigaciones llevó a las autoridades hasta ubicar y desarticular una red narcotraficante dedicada a la producción, transporte y comercialización de marihuana tipo Creepy desde Toribio en Cauca hasta diferentes regiones del país.

Tras la captura de “Mao mix” como es conocido en el mundo criminal el pasado 18 de Marzo, en (Acacias – Meta) se descubre detalles importantes que permitió a las autoridades desarticular una red narcotraficante al servicio de “los puntilleros”.

Extorsiones, atentados, intimidaciones, asesinatos selectivos y chantajes, como método de presión, utilizaba esta organización para obtener el control y dominio de la venta de alucinógenos en la región del Meta, Valle del Cauca y Cundinamarca.

Mao Mix desde la cárcel donde se encuentra recluido, controlaba la distribución y envió de la marihuana que se vendía en la región, contactaba a miembros de la organización narcotraficante para que siguieran paso a paso unas instrucciones precisas a fin de evitar la caída del emporio criminal.

Antes de su captura, manejaba las finanzas de “los puntilleros” y decidía a quien extorsionar; cuando alguien vendía sustancias alucinógenas en el territorio que dominaba, obligaba mediante intimidación al pago de una cuota que variaba de 800 mil pesos a tres millones de pesos semanales para los sectores de mayor afluencia de público.

Entre los capturados se encuentra,  “Brayan”  hombre de confianza de “Mao mix”, se encargaba del ajuste de cuentas, se le sindica de varias muertes selectivas en la región, asesinó a un ganadero cuando se resistió a pagar una vacuna o cuota periódica para “los puntilleros”, dentro de la misma organización era temido y respetado, cuando se encontraba bajo los efectos de los alucinógenos narraba con frialdad como intimidaba, y asesinaba a sus víctimas.

De manera simultánea en un populoso sector de Cali en el barrio Cristales, se daba captura “La doctora” como es conocida en la organización, dueña de varios predios en la región de Toribio, se encargaba de la producción del opiáceo que luego era enviado hasta el departamento de Meta y Cundinamarca.

Se hacía llamar “la doctora” para distinguirse en el exclusivo sector donde residía, hasta allí llegaban vehículos de gama alta para recogerla y portafolio en mano se desplazaba hasta un punto determinado de la capital del Valle en donde se reunía con otros miembros de la organización narcotraficante para definir detalles de los envíos de Marihuana.

El apodado  “mocho” miembro de esta red criminal   se encargaba de la producción de la planta, en unos recintos en las montañas de Toribio, usando resistencias eléctricas y ventiladores, agilizaba el proceso de secado, después cuando estaba casi lista la empacaba en lonas de fique para entregarlas a “el profe”, responsable del ocultamiento del opiáceo en caletas adecuadas en los vehículos de carga.

El apodado  “El profe” conocía  transportadores de la región, los invitaba a participar del negocio a cambio de gruesas sumas de dinero, directamente comercializaba en almacenes reconocidos mercancías como láminas de madera o abonos orgánicos para simular un envió al momento de ser interceptado por las autoridades, la mayoría de los vehículos usados por la organización estaban adaptados con caletas y sistemas de monitoreo satelital para conocer las rutas y los desplazamientos en la vía.

El conocido como  “Camilo” se encargaba de conseguir vehículos de servicio público tipo taxi, para movilizar la sustancia alucinógena por la capital del Valle hasta los expendios, era además responsable de monitorear la vía Cali – Bogotá, para determinar los controles de las autoridades, lo hacía en una motocicleta, cuando avistaba un retén o puesto de control, informaba a alias “la doctora” quien ordenaba detener los camiones en lavaderos, estaderos o restaurantes.

Entre los capturados se encuentran conductores de carga y servicio público que ponían a su disposición los vehículos para el transporte del opiáceo por el país.

Con estas capturas se pone fin a una organización dedicada a la producción, tráfico, transporte y comercialización de alucinógenos, afectando las rentas criminales de “los puntilleros” quienes recibían hasta 40 millones de pesos diarios por la venta Marihuana tipo creepy en los departamentos de Valle, Meta, Cundinamarca y Cauca.