por Emilio Gutiérrez
En estos momentos difíciles por los que atraviesa el país a causa de una seguidilla de protestas que se presentan desde el pasado 28 de abril, es donde vale la pena resaltar la gallardía y el pundonor de hombres y mujeres que le ponen el pecho a las peores situaciones y quienes con este actuar, garantizan el orden y la calma en todo el territorio nacional.
Vale la pena recordar, que ese día estos héroes salieron luciendo sus uniformes de sus casas a trabajar y la mayoría no han regresado, ya que se les requiere para salvaguardar el bien común de la sociedad, los derechos de los ciudadanos y aunque están lejos de sus seres queridos es más fuerte el llamado a cumplir con el deber y permanecer en primera línea de batalla.
Vale la pena hoy reconocer el trabajo de aquellos que casi siempre están en la mira de la ciudadanía por lo que, ante cualquier falta, por mínima que sea, todos los señalamientos recaen sobre ellos.
Vale la pena ponerse el uniforme de esos policías, quienes en medio de las protestas deben recibir golpes, correr, estar atento a los objetos que les lanzan, sudar en medio de la inhalación de los gases, ser víctimas de cocteles molotov, papas explosivas, entre otros ataques de vándalos cuya misión es sabotear el sentir de la ciudadanía que quiere protestar tranquilamente.
No es fácil la labor que desempeñamos como agentes del orden en un país diverso de criterios como estado social de derecho, pero al salir a las calles nos vestimos de ese sentimiento de Patria, para servirle con honor a nuestra nación conforme a las leyes que la representan.
Vale la pena mencionar que una vez culminen esta labor en medio de una batalla en la “selva de cemento” estos tendrán otras obligaciones con las que cumplir en el diario desempeño de sus actividades como agentes del orden porque lo que están viviendo hoy no resume todos sus deberes que asumen cuando un día decidieron sobre todas las cosas ser un buen policía.
Somos personas como ustedes, el hecho de estar luciendo las insignias de la Institución policial, no nos hace diferentes, por el contrario, nos acerca más a ustedes, con el firme propósito de protegerlos para que tengan una mejor convivencia en comunidad.
Queremos que sean más partícipes de los programas que lideramos, porque solos no podemos, siempre vamos a necesitar a la comunidad en apoyo a las distintas campañas que desarrollamos, a fin, de forjar juntos, un mejor país, un mejor bienestar para nuestros niños, niñas y adolescentes que se vienen formando, quienes serán los futuros hombres y mujeres que lleven las riendas de nuestro país.
