En un acto de profunda solidaridad y compromiso social, la Policía Metropolitana de Ibagué se trasladó hasta la vereda la Manga los rodríguez del municipio de Piedras, donde habita la familia Ramírez Pineda. Esta humilde y trabajadora pareja de esposos, son los padres de Ian Ramírez, un niño de tan solo 3 años que se ha convertido, en símbolo de tenacidad, dulzura y vida, en este pequeño caserío, incrustado en las montañas del norte del Tolima.
Lan, fue diagnosticado con escoliosis congénita, una curvatura lateral de la columna vertebral que se presenta al nacer y que se produce cuando las vértebras o costillas del bebé no se forman de manera normal. Su condición de vida, obligó a su madre, a dedicar tiempo completo al cuidado de su hijo y de su hogar y dejar, a un lado, las labores de campo, con las que ayudaba al sustento de la familia. Es así que el progenitor de Lan, incrementó sus labores diarias como conductor de tractor, con la firme convicción de sacar a su hijo y familia adelante.
A pesar de las adversidades, esta familia ha encontrado fuerza en el amor y el apoyo mutuo, y ahora también en la solidaridad de las autoridades y la comunidad.
El 30 de enero de cada año, Lan, cumple años. En esta ocasión, los uniformados dedicaron de su tiempo, de su pasión y de su don de servir, para celebrar los tres años de vida de un niño que, a pesar de las circunstancias, disfruta cada hora, al lado de sus padres y amigos.
Este momento inolvidable, que fue liderado por integrantes de la Policía Comunitaria, le ofrecieron un espacio de felicidad en medio de sus luchas diarias. Desarrollaron actividades lúdicas y recreativas que no solo alegraron el día del pequeño, sino que también integraron a la comunidad en un ambiente de unión y fraternidad.
Durante la actividad, Ian recibió una bicicleta, un deseo que había expresado durante las festividades navideñas. La sonrisa en su rostro al recibir este regalo se convirtió en el símbolo de la jornada, mostrando que, con pequeños actos de bondad, se pueden generar grandes cambios en la vida de quienes más lo necesitan. Además de la bicicleta, la Policía entregó un mercado para la familia, ayudándolos a suplir necesidades básicas, y un kit escolar.
"Estas acciones son parte de nuestro compromiso con el bienestar de las comunidades más vulnerables; no se trata solo de combatir el delito, sino de construir tejido social, llevando esperanza y felicidad a las familias que más lo necesitan", manifestó el mayor Miguel Peña Ruiz, jefe del Grupo de Policía Comunitaria. En un acto de profunda solidaridad y compromiso social, la Policía Metropolitana de Ibagué se trasladó hasta la vereda la Manga los rodríguez del municipio de Piedras, donde habita la familia Ramírez Pineda. Esta humilde y trabajadora pareja de esposos, son los padres de Ian Ramírez, un niño de tan solo 3 años que se ha convertido, en símbolo de tenacidad, dulzura y vida, en este pequeño caserío, incrustado en las montañas del norte del Tolima.
Lan, fue diagnosticado con escoliosis congénita, una curvatura lateral de la columna vertebral que se presenta al nacer y que se produce cuando las vértebras o costillas del bebé no se forman de manera normal. Su condición de vida, obligó a su madre, a dedicar tiempo completo al cuidado de su hijo y de su hogar y dejar, a un lado, las labores de campo, con las que ayudaba al sustento de la familia. Es así que el progenitor de Lan, incrementó sus labores diarias como conductor de tractor, con la firme convicción de sacar a su hijo y familia adelante.
A pesar de las adversidades, esta familia ha encontrado fuerza en el amor y el apoyo mutuo, y ahora también en la solidaridad de las autoridades y la comunidad.
El 30 de enero de cada año, Lan, cumple años. En esta ocasión, los uniformados dedicaron de su tiempo, de su pasión y de su don de servir, para celebrar los tres años de vida de un niño que, a pesar de las circunstancias, disfruta cada hora, al lado de sus padres y amigos.
Este momento inolvidable, que fue liderado por integrantes de la Policía Comunitaria, le ofrecieron un espacio de felicidad en medio de sus luchas diarias. Desarrollaron actividades lúdicas y recreativas que no solo alegraron el día del pequeño, sino que también integraron a la comunidad en un ambiente de unión y fraternidad.
Durante la actividad, Ian recibió una bicicleta, un deseo que había expresado durante las festividades navideñas. La sonrisa en su rostro al recibir este regalo se convirtió en el símbolo de la jornada, mostrando que, con pequeños actos de bondad, se pueden generar grandes cambios en la vida de quienes más lo necesitan. Además de la bicicleta, la Policía entregó un mercado para la familia, ayudándolos a suplir necesidades básicas, y un kit escolar.
"Estas acciones son parte de nuestro compromiso con el bienestar de las comunidades más vulnerables; no se trata solo de combatir el delito, sino de construir tejido social, llevando esperanza y felicidad a las familias que más lo necesitan", manifestó el mayor Miguel Peña Ruiz, jefe del Grupo de Policía Comunitaria.