La Policía se conecta con el corazón de los adultos mayores de la fundación “Una Mano Amiga”

En celebración del día del amor y la amistad la Policía Nacional en Cartagena con uniformado de las especialidades del Grupo del Mantenimiento del Orden (GUDMO), Policía Comunitaria y Patrulla Púrpura llenaron de sonrisas, baile y detalles a más de 14 adultos mayores de la fundación “Una Mano Amiga”.
  • La Policía se conecta con el corazón de los adultos mayores

Hay días en los que no se necesita mucho para ser feliz, solo una mirada amable, un abrazo, una sonrisa que despierte esos bonitos recuerdos que llevamos en el corazón.

Así fue la jornada vivida en la fundación Una Mano Amiga, ubicada en el barrio Bruselas, al sur de la ciudad, donde la Policía Nacional, a través del Grupo de Mantenimiento del Orden y la Policía Comunitaria con su show del payaso Mezalín Plin Plin, junto a profesionales de la Patrulla Púrpura, tejió con acciones sencillas, pero profundamente humanas, una experiencia que tocó el alma de nuestros adultos mayores.

Desde muy temprano, los uniformados se prepararon no para vigilar las calles, sino para custodiar los corazones.

Llegaron con una misión clara: dar amor, dignidad y alegría a quienes han vivido más que nadie, pero que muchas veces son olvidados por todos.

El lugar se transformó en una fiesta de humanidad, donde las sonrisas cálidas se intercambiaban como saludo. Se llevaron a cabo diversas actividades recreativas, entre ellas la entrega de pequeños obsequios, en el marco del tradicional juego del Amigo Secreto, tan característico de estas fechas.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, brigadier general Gelver Yecid Peña Araque, señaló:

“Esta no fue solo una jornada recreativa, fue un acto de reconocimiento profundo a quienes encarnan la sabiduría de los años”.

“Se construye el país desde el afecto, desde la cercanía, desde el gesto amable y la palabra que consuela”, sostuvo el comandante.

Porque hoy la Policía Nacional no solo brindó seguridad, sino también compañía, calor humano y el mensaje poderoso de que nuestros adultos mayores siguen siendo el corazón latente de esta sociedad.