Las denuncias de familiares fueron fundamentales para que la que la Seccional de Investigación Criminal, capturara a 19 sujetos, en las más recientes semanas, señalados de cometer vejámenes contra nuestros niños y mujeres en Bogotá. 

En la mayoría de los casos, donde las víctimas fueron menores de edad, los señalados abusadores resultaron siendo los padrastros y en otros casos, los padres biológicos fueron quienes se aprovecharon de su cercanía con los niños o niñas, obligándolos a guardar silencio bajo amenazas. 

Los comportamientos extraños de las víctimas y en algunos casos lesiones en sus cuerpos, delataron la verdad frente a lo que estaban siendo sometidos. 

Una de las denuncias que dejó atónitos a los mismos investigadores, permitió la captura de un sujeto que habría engañado a varias mujeres para accederlas sexualmente. Las contactaba a través de una red social, les ofrecía trabajo y en su inmueble las amenazaba con un arma corto punzante, para abusarlas bajo amenazas, evitando que lo denunciaran. 

De acuerdo a las investigaciones, en solo una semana, habría cometido estos hechos contra tres mujeres. Solo dos de ellas, se atrevieron a contar lo sucedido, permitiendo que se diera su captura. 

En otro de los hechos, quedó al descubierto un hombre que venía torturando a su hijastra de tan solo 7 años de edad, generándole quemaduras en sus genitales, luego de accederla sexualmente y amenazándola para que no le contara lo sucedido a su progenitora. Los aberrantes hechos contra la pequeña, ocurrían mientras la madre salía a trabajar y confiadamente, dejaba a su hija al cuidado de este sujeto. 

Así mismo, fue capturado otro hombre quien aprovechaba la ausencia de su esposa, para realizar tocamientos abusivos a su propia hija de 12 años de edad, mientras obligaba a su otro hijo de 13 años, para que observara dichos vejámenes, no sin antes amenazarlos de no contar nada de lo que ocurría. 

Entre otros casos, se encuentra el de familiares cercanos, que se aprovechan de la vulnerabilidad de los menores de edad. Así quedó evidenciado con la captura de un sujeto de 21 años de edad, quien habría accedido durante tres años a su sobrina de 11 años de edad, mientras se encontraba bajo su cuidado. El hombre aprovechaba además que la custodia de la pequeña estaba a cargo de otro familiar, pues sus progenitores infortunadamente fallecieron. 

Hechos como estos, son los que las autoridades buscan prevenir, pero claramente con la ayuda de la misma ciudadanía, especialmente con familiares a las potenciales víctimas, pues son muchos niños y mujeres que guardan silencio ante atrocidades incluso dentro de su propio hogar, en algunas ocasiones por temor y otras porque nadie les cree. 

El llamado es a denunciar cualquier situación que vulnere la integridad de los niños, niñas, adolescentes y mujeres, a través de la línea 123 o la línea 155. Ante las Comisarias de Familia, las Unidades de Reacción Inmediata o directamente a la Fiscalía.