En la carrera de servicio, cada ascenso es una estrella que no solo brilla en el uniforme, sino que ilumina el camino recorrido. Para Delcy Carolina Schoonewolff Mier, el nuevo grado de subintendente es la culminación de diez años de entrega, donde el uniforme ha sido la segunda piel de una vocación inquebrantable.
Después de una década de servicio ininterrumpido en la Policía Nacional, Delcy Carolina Schoonewolff Mier, de 34 años, alcanzó este nuevo peldaño. La ceremonia, cargada de orgullo y emoción, se llevó a cabo en Cartagena, ciudad testigo de su crecimiento como servidora pública.
Schoonewolff ha recorrido diferentes municipios como Mompox, Magangué, Arjona y Turbaco, dejando en cada uno la huella de una policía que entiende que servir no es un deber, sino un acto de convicción. Hoy, su labor continúa en el departamento de Bolívar, donde su presencia es sinónimo de cercanía, apoyo y confianza.
Este nuevo grado representa el fruto de años de disciplina y un compromiso renovado. Cada estrella en su uniforme lleva consigo la responsabilidad de seguir construyendo un país más seguro y de fortalecer el vínculo con la ciudadanía.
Hoy, Delcy Carolina Schoonewolff Mier mira al futuro con gratitud y esperanza. Sabe que cada logro implica nuevos retos, pero también nuevas oportunidades para servir con integridad, empatía y vocación.
El coronel Alejandro Reyes Ramírez, comandante del Departamento de Policía Bolívar, destacó el logro:
“El ascenso de la subintendente Schoonewolff es un reflejo del compromiso y la dedicación de nuestros uniformados con la seguridad y la convivencia en Bolívar. Su trayectoria es un ejemplo de vocación para toda la institución, y su nuevo grado fortalece nuestra presencia en el territorio”.
Un abrazo que lo dice todo: orgullo, amor y la celebración de un sueño cumplido. Porque para ella, ser policía no es un trabajo: es una forma de vida. Y en esa vida, el servicio a la comunidad bolivarense seguirá siendo el motor que impulsa cada paso de su camino.