En cumplimiento a la Ofensiva Nacional Contra el Delito, la SIJIN de la Policía Metropolitana de Bogotá puso al descubierto la descarada participación de dos guardas de seguridad, quienes aprovechando su oficio y la confianza de los propietarios de conjuntos cerrados en los que laboraban, habrían permitido el ingreso de al menos tres delincuentes, para que hurtaran dentro de las residencias, a cambio de una parte del botín.
Su función era coyuntural en la estructura delincuencial. Debido a que permitían el ingreso de sus cómplices, informando previamente cuáles apartamentos eran vulnerables para cometer los hurtos. Además, se encargaban de manipular los sistemas de video para evitar que el delito quedara grabado.
En algunas ocasiones incluso, ellos mismos forzaban las cerraduras, utilizando llaves maestras, de manera que no se notara a simple vista que alguien había ingresado, sino que los propietarios se llevaran la sorpresa cuando encontraban sus enseres desordenados y la ausencia de sus elementos de valor.
Aunque los dos guardas de seguridad tenían antecedentes por hurto y falsedad en documento, se las ingeniaban para que los contrataran en diferentes empresas privadas. Adulteraban las cartas de recomendación, incluyendo números telefónicos de familiares y amigos, que fingían ser empleados de otras compañías de seguridad, logrando que dieran buenas referencias para garantizarles el trabajo.
Aunque la SIJIN de Bogotá ha recibido cuatro denuncias por hurto donde los integrantes de la estructura delincuencial de ‘los escarabajos’ habrían sido los autores materiales, se presume que son muchas más, teniendo en cuenta su facilidad para engañar a las empresas privadas y a los propietarios de los apartamentos, sin levantar sospecha.
Los cinco sujetos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes, donde les imputaron los delitos de hurto calificado y agravado, concierto para delinquir y falsedad en documento privado. Un juez les dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.
La recomendación de la Policía Metropolitana de Bogotá, es para que las empresas de seguridad sean más estrictas en los requerimientos a sus empleados, especialmente en la verificación de antecedentes, pues en estas personas recae la responsabilidad de la seguridad de muchos ciudadanos.
Así mismo, para que los ciudadanos exijan ante las asambleas administrativas de los conjuntos residenciales, que las empresas de seguridad que se contraten, cumplan con todas las normas requeridas ante la Superintendencia de Seguridad.