A pesar de los insistentes llamados a los padres de familia para que velen por el cuidado y bienestar de sus hijos, el grupo de Infancia y adolescencia continúa encontrando niños en condiciones de abandono en diferentes zonas de Bogotá y este fin de semana durante la celebración del Día del Padre no fue la excepción.
En uno de los casos, gracias al llamado de los vecinos, del barrio Boyacá Real en la localidad de Engativá, fue rescatado un niño que estaba llorando y suplicando para que le dieran agua. El pequeño de cinco años de edad, estaba en una habitación solo y encerrado con candado, solamente tenía a su alcance un vaso que contenía cola granulada y un pan.
Según los habitantes del sector, el niño había sido dejado solo desde tempranas horas de la mañana y al intentar abrir la ventana para pedir ayuda, rompió un espejo, lo que puo haberle ocasionado alguna herida.
El menor fue rescatado por una ventana y puesto bajo protección de Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
De otro lado en la localidad de Santafé sobre la media noche, la Policía encontró un lamentable caso donde una niña de tan solo cinco años había sido designada para cuidar a su hermanito de seis meses de edad.
Según la versión de la propietaria de la vivienda donde se encontraban los niños, desde tempranas horas los padres de los niños habían salido en aparente estado de embriaguez y se desconocía su paradero.
Frente a la situación, la mujer permitió el ingreso de los uniformados, quienes llevaron a los dos pequeños hasta el CAI del Guavio donde les brindaron alimentos y asearon al bebé (un policía le cambio el pañal al niño), para posteriormente ponerlos al cuidado del ICBF, donde evaluaran su situación y determinarán si regresan al seno de su hogar.
Un caso similar se registró en la localidad de Engativá, por un llamado a la línea 123, el propietario de una vivienda alertó al grupo de Infancia y Adolescencia sobre dos pequeños de dos y cuatro años de edad, que llevaban varias horas llorando dentro de un apartamento.
Al llegar al lugar, los uniformados vieron a los pequeños asomados por una ventana sin reja, con riesgo de que alguno de ellos pudiera caer al vacío y la habitación donde se encontraba, estaba cerrado con un candado por lo que tuvieron que hacer uso de una segueta para poder liberar la puerta y rescatarlos.
Según manifestó el hombre que dio aviso a las autoridades, no era la primera vez que los dos niños estaban solos en la vivienda y aunque la Policía trató de comunicarse con la madre de los menores les fue imposible, por lo que fueron llevados al ICBF.
La Policía Metropolitana de Bogotá reitera el llamado a los padres de familia para que protejan a sus hijos y eviten que estos estén inmersos en situaciones que atenten contra su integridad, sobre todo durante estas vacaciones de mitad de año, donde los niños permanecen en sus viviendas.