Así viven dos madres que hacen parte de uno de los grupos antidisturbios de la Policía Nacional. Su corazón lo dividen todos los días entre lo que llaman sus dos amores, la familia y la dura lucha en las calles, lo que las convierte en nuestras “Damas de Hierro”.
Son dos “guerreras”, la subintendente Ana Cristina Gutiérrez y la patrullera Nicold Gómez, juntas integran este importante grupo y desde que dejan atrás a sus amores, sus hijos de 6 años y 5 meses, se convierten en la esperanza de muchos y en el disgusto de otros que sin saber se enfrentan no solo a su deber, también a sus sueños de ver crecer a sus hijos y continuar construyendo comunidades pacíficas.
Su entrenamiento al que también hacen parte otras 100 mujeres, algunas madres es tan extremo y exigente que son respetadas y admiradas a donde van.
“Orgullo, este traje significa pasión por lo que hago, seguridad”, afirma Nicold esa “madre de acero” que cada día debe enfrentarse a una dura prueba, despedirse de su hija, un hermoso bebé.
Hoy en su día, la Policía Nacional y Colombia les rinde un sentido homenaje por su loable labor por un país que cada día abraza la paz.