Enmarcado en uno de los valores institucionales de nuestra institución “La Solidaridad”; un pequeño afrocolombiano, en un acto público efectuado en presencia de la primera dama del municipio de Pasto, el comandante de la Policía Metropolitana de San Juan de Pasto, y representantes de un reconocido centro comercial, cumplió su sueño de convertirse en Policía en el grado honorario de Patrullero.
Este sueño empezó a construirse cuando el personal adscrito al Grupo de Protección a la Infancia y la Adolescencia llegó a la escuela María de Nazareth, ubicada al oriente de la capital nariñense, observando un caso particular de desplazamiento forzado de una familia proveniente del municipio de Barbacoas Nariño. Jaider, un estudiante de quinto de primaria de tan solo 11 años de edad, con una sonrisa y esta frase “yo quiero ser policía”, llamó la atención de los uniformados quienes de inmediato, se comprometieron a ser realidad su anhelado sueño.
Una revisión más detallada de las circunstancias del menor: la muerte de su padre por grupos armados al margen de la ley, una madre con seis hijos desarraigada a la fuerza de su tierra, sin recursos, pero con muchas ganas de salir adelante; fueron más que suficientes para gestionar ayudas a favor de la familia Quiñones.
El más pequeño de esta familia fue quien compartió su sueño de portar el uniforme y en menos de una semana se organizó una actividad que fue denominada, “Policía por un Día”, incorporando a Jaider como patrullero honorario.
La historia que llegó a oídos de la primera dama del municipio de Pasto la doctora Martha Guerrero de Obando y de un gremio de comerciantes; consiguieron para su núcleo familiar ayudas representadas en remezas, ropa, calzado y una bicicleta para sus hermanos.
Para Jaider el portar el uniforme de la Policía Nacional representó una experiencia única, al poder conocer algunas de las diferentes funciones y actividades que diariamente realizan los hombres y mujeres policías.
Al ver reflejado la alegría en el rostro de este niño nariñense, es para nosotros como policías de Colombia el agradecimiento y reconocimiento más sincero del deber cumplido, en hacer realidad el sueño de Jaider, un aporte significativo en procura de generar mejores condiciones de vida para quienes han sido víctimas de la violencia.