La Policía Metropolitana de Neiva está integrada por más de 1.600 hombres y mujeres, que día tras día, velan por la seguridad y convivencia del pueblo opita.
Entre ellos está, la Subintendente Merly Constanza Mahecha, una mujer cabeza de hogar, heroína de su hijo Santiago, un pequeño de tan solo 8 años de edad, quien a diario espera con ansias la noche, para poder abrazar a su mamá.
Esta mamá Policía, se ha destacado en su lucha contra los delitos sexuales, que afectan niños, niñas y adolescentes, siendo parte fundamental de la unidad básica de investigación criminal de la Seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía Metropolitana de Neiva, donde actualmente presta sus servicios.
Gracias a su profesionalismo, ha demostrado un gran compromiso institucional en la gestión operativa y acciones contra la delincuencia, logrando así, la desarticulación de 2 bandas delincuenciales y la captura de más de 15 actores criminales, que venían afectando la formación, integridad y libertad sexual de los niños, niñas y adolescentes.
Una tarea poco sencilla, toda vez que al analizar caso tras caso, ve reflejada la imagen de su hijo, lo cual la lleva a poner todo de su parte, para salvaguardar en menor tiempo posible la integridad física y emocional de los niños y niñas, víctimas de este tipo de violencias.
Finalizada su extenuante jornada laboral, llega a casa, ansiosa a través de un abrazo, de conocer los pormenores del día de su adorado hijo “Santi”, ¿Cómo te fue hoy?, ¿Cómo estuvo el colegio?, ¿Tienes tareas?… Etc., etc., etc.; todo aquello que como madre cabeza de hogar debe consultar para tener la tranquilidad de que todo está bien.
Después de este pequeño, pero necesario “interrogatorio”, se da la tarea de compartir el mayor tiempo con él, una salida al parque, un helado, una comida; la oportunidad de pasar tiempo de calidad con ese ser tan maravilloso, que la carga de energía siendo su motor y
luz de vida.
Y así avanza sus días, del trabajo a la casa y viceversa, velando por la seguridad de los niños, niñas y adolescentes del área metropolitana, sin dejar de lado su profesión como madre cabeza de hogar, dos profesiones difíciles, pero que asume con la mayor responsabilidad, vocación y compromiso.
Su mensaje a la comunidad huilense, "es que amen a sus hijos, que den todo de sí para que esos pequeños sean personas de bien y que aporten satisfactoriamente a la sociedad. Eso se logra con amor, disciplina, respeto y empatía.
"Educa con amor al niño, para no castigar al hombre"