La Organización Mundial de la Salud invita a la concientización sobre el uso de los antimicrobianos, enfatizando en el uso correcto de los medicamentos, evitando automedicarse y reconociendo que la resistencia antimicrobiana representa un riesgo para la salud pública.
Un medicamento antimicrobiano es una categoría en la que se encuentran los antibióticos, antifúngicos y antivirales, capaces de inhibir el crecimiento o eliminar microorganismos causantes de infecciones que pueden llegar a ser graves o mortales. Por esa razón, el Ministerio de Salud y Protección Social recuerda que éstos no tienen acción directa para aliviar el dolor o el malestar general, sino que están indicados cada uno para cierto tipo de bacterias y según la infección, por lo que solo un profesional puede prescribirlos, con las dosis adecuadas y el tiempo indicado.
Usar antimicrobianos sin fórmula médica puede generar resistencia en las bacterias, virus, hongos y parásitos, que se produce cuando los microorganismos sobrevivientes al antibiótico se reproducen, transformándose genéticamente para resistir la acción del medicamento.
En consecuencia, se dificulta el tratamiento de infecciones comunes, traducido en mayores dosis, costos en los procedimientos o incremento en los riesgos adversos. Además, aumenta el riesgo de la propagación de enfermedades en seres humanos, animales y plantas, un problema que se ha acelerado en todo el mundo a causa del uso excesivo, según menciona la OMS.