En Soacha, Chipaque, Zipaquirá, Chía, Facatativá y Fusagasugá se está formando un verdadero ejército de ‘Amigos de la Naturaleza’. Son 450 estudiantes de colegios públicos y privados que, liderados por la subteniente Tania Mavel Espín Chiong, recorren los montes de estas poblaciones cundinamarquesas aprendiendo los trucos para vivir en armonía con su entorno y ayudar a preservar el agua, el suelo, el aire, los animales y los árboles.

La ecológica iniciativa nació en 2013, cuando la Dirección de Protección de la Policía Nacional dio vida al Grupo Juvenil Ambiental ‘Amigos de la Naturaleza’, tendiente a fortalecer el servicio social de los estudiantes de la zona y como una forma de acercarse a la comunidad para trabajar en su beneficio colectivo, generando conciencia sobre la importancia de nuestra riqueza.

La respuesta fue inmediata y entusiasta. Los adolescentes, hoy conocidos como los ‘Cuidapalos’, comenzaron a hablar en su cotidianidad de buenas prácticas ambientales, qué es una infracción ambiental, causas y consecuencias del calentamiento global y qué se debe hacer para conservar y proteger los recursos naturales. Tal ha sido el éxito del programa, que los padres de familia comenzaron a pedir la inclusión de niños de incluso 4 años. Y todos son bienvenidos.  El programa ofrece a nuestra juventud un espacio de formación física, ética moral intelectual y social, para forjar personalidades aines con una presencia positiva y de nobles valores, tanto en la familia como en las demás esferas sociales. Para esto, los niños, niñas y adolescentes ‘Amigos de la Naturaleza’ reciben una formación humanística y de protección al medio ambiente y de protección a los recursos naturales acorde a su edad, basada en los derechos y deberes de los ciudadanos, con énfasis en conceptos ecológicos y medio ambientales, orientados a la búsqueda de un futuro sostenible.

Los entusiastas ‘Cuidapalos’ disfrutan recorriendo la exuberante belleza natural de su tierra, en especial en fechas del calendario ambiental. Apoyan las labores encaminadas a proteger los animales y contribuyen a sensibilizar a la comunidad en general, en especial a estudiantes de grados menores de escuelas y colegios, para que entre todos cuidemos el planeta y combatamos la contaminación ambiental. Hoy en día son auténticos promotores ambientales que también desarrollan jornadas de reforestación y limpieza a espacios verdes y fuentes hídricas.

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