En los años 80, cuando el fenómeno de la cocaína comenzaba a convertirse en una grave amenaza mundial, la Policía Nacional de Colombia dio un paso trascendental el 28 de abril de 1981 al crear, mediante la resolución No. 2743, su Servicio Especializado de Antinarcóticos, con tres estrategias puntuales: prevención del uso y abuso de drogas, erradicación de cultivos ilícitos de coca y amapola e interdicción.La DIRAN, en un trabajo integral con la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN) y, más tarde, con las capacidades de la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL), enfrentaron con éxito el poder desestabilizador de los carteles de Medellín, Cali, Norte del Valle, Llanos, Caquetá, Bogotá y la Costa.En esta guerra, la Policía Nacional ha capturado a 977.361 personas vinculadas con el narcotráfico, de las cuales ha extraditado a 2.026. También ha logrado reducir en un 70 por ciento los cultivos ilícitos, destruido 16.789 narcolaboratorios e incautado más de 1,2 millones de kilos de cocaína. Sin duda alguna, el golpe que abrió el camino para poner fin a los carteles se dio el 2 de diciembre de 1993. Ese día, no solo cayó el narcotraficante más buscado del mundo, protagonista de una de las páginas más negras de la historia de Colombia, que cobró la vida de unos 5.000 compatriotas, sino que con el abatimiento de Pablo Emilio Escobar Gaviria, la Policía Nacional cambió la ecuación a favor del Estado al alcanzar un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico.La caída del capo representó para el país un nuevo amanecer para desvertebrar, uno a uno, los carteles de la droga y sus aparatos criminales que por más de 35 años pusieron en jaque incluso la estabilidad y legitimidad del Estado y la supervivencia de la sociedad colombiana.Estos 'mágicos' creyeron que con los chorros de dinero, producto de sus actividades criminales, podían comprar conciencias, amenazar y eliminar a adversarios y hasta obtener el poder político, económico y judicial en sus máximas manifestaciones. Con la muerte de Escobar también se derrumbó el mito del hombre indestructible y del otrora poderoso cartel de Medellín, y la Policía de Colombia, que se sacudió de infiltraciones y se autodepuró a niveles históricos, lanzó una ofensiva sin precedentes contra las mafias.Toda la experiencia del efectivo Bloque de Búsqueda en la persecución de Escobar y de sus terratenientes, combinada con alta inteligencia estratégica y una microgerencia diaria, llevó al desvertebramiento del cartel de Cali, con el encarcelamiento de sus siete principales capos y docenas de testaferros, tal como ocurrió hace exactamente 20 años lea página 14 de nuestra edición 21 PNC (Así cayó hace 20 años el cartel de Cali)Con la alborada del nuevo siglo, derrumbados los dos más poderosos carteles, la Policía enfiló baterías contra las organizaciones mafiosas de los Llanos, la Costa, el Pacífico, Bogotá y Caquetá. Capos como 'El caracol', 'Martelo', Nelson Urrego, Pastor Perafán, 'El Socio' y otros tantos también fueron a parar a cárceles colombianas y estadounidenses.Solo quedaba un cartel altamente peligroso, el del Norte del Valle. Alias 'Don Diego', 'Rasguño', 'Jabón', los Urdinola Grajales. Cortesía PNC.