Francisco Antonio Moscote, un guajiro raizal nacido por allá en 1848 y que dio origen a la leyenda vallenata de Francisco el Hombre, el juglar que venció al diablo con su acordeón, es sin duda la más grande expresión de la música vallenata. Desde entonces, este ritmo musical se expandió más allá de las fronteras patrias de la mano de centenares de nuevos juglares que brotan de la tierra caribeña. Uno de ellos es otro Francisco, el patrullero de la Policía José Francisco de Armas Contreras, autor de 42 composiciones vallenatas, entre ellas Te adoro papá y No te dije te amo. Su talento con el acordeón lo llevaron a ganar el Festival La Pájara, en Riohacha, en la modalidad costumbrista y canción inédita. Pero hay dos canciones dedicadas a su profesión policial, Todos con el mismo corazón y No duermo en mi casa por cuidar de mi gente. Para el nuevo Francisco del vallenato, la música ha sido el instrumento para acercar su institución a la comunidad, en especial a los niños. ¿Visiono tener el coro musical más grande de La Guajira, en el cual no solo música aprenderán, sino el respeto por los mayores, la tolerancia y el servir a los demás. ¿Por eso, estoy seguro de que sembrando y cultivando música en los corazones de los niños y adolescentes tendremos un terreno más fértil para cosechar nuevos talentos, en un mundo lleno de nuevos colores, el cual será el reflejo de la convivencia con la que soñamos vivir en Colombia¿.