La Policía Nacional a través de la Seccional de Investigación Criminal, desarrolló durante siete meses una investigación que permitió afectar un grupo de delincuencia organizada dedicado al multicrimen, específicamente al hurto de ciudadanos extranjeros y nacionales que arribaban al aeropuerto internacional José María Córdova.

Como resultado de este trabajo articulado, se logró la captura por orden judicial de tres hombres, conocidos como 'Dani', 'Frijol' y 'Coco'.

Unidades del grupo contra atracos iniciaron la recolección de elementos materiales probatorios y evidencia física que demostraron la participación de estas personas en al menos 42 casos de hurto bajo esta modalidad en diferentes zonas del Valle de Aburrá, así como el modus operandi que utilizaban para ejecutar las conductas delictivas.

El acervo probatorio fue recolectado a partir del análisis de cámaras de seguridad públicas y privadas, control de líneas telefónicas y reconocimientos fotográficos realizados por 18 de las víctimas. Esto permitió a la Fiscalía General de la Nación solicitar a un juez las órdenes de captura por el delito de hurto calificado y agravado.

Las capturas fueron materializadas mediante un operativo orientado a proteger el patrimonio económico de los ciudadanos, durante dos diligencias de registro y allanamiento en los barrios Buenos Aires y Villa Hermosa, donde se hicieron efectivas las órdenes contra los tres hombres con edades entre los 20 y 29 años.

En el procedimiento también fueron incautados tres celulares, tres motocicletas, dos cadenas y dos pulseras de oro, cinco relojes de alta gama, dos cascos de motocicleta y $4.045.000 en efectivo.

Entre los elementos incautados se encuentran tres motocicletas, las cuales eran utilizadas en los hechos y tenían alterados la numeración de las placas para evadir los controles policiales.

También fueron hallados cascos que, según las investigaciones, habrían sido utilizados por los delincuentes durante varios de los hurtos.

Los capturados y los elementos incautados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación.

Posteriormente, un juez les dictó medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.

La Policía Nacional en Pasto, a través de labores operativas adelantadas por personal de la Seccional de Investigación Criminal e Interpol, logran la captura en flagrancia de un ciudadano por el delito de receptación. Durante el procedimiento, fue recuperado un instrumento musical tipo saxofón, avaluado aproximadamente en $2.500.000.

Con esta acción se evita la comercialización de elementos hurtados en la ciudad de San Juan de Pasto.

La Policía Nacional reafirma su compromiso con la seguridad ciudadana y continúa desarrollando acciones contundentes para prevenir el delito y garantizar la tranquilidad de todos los habitantes.

Por: Emilio Gutiérrez Yance
Desde que tenía uso de razón, Julián soñaba con ser policía. Pero no era por el brillo del uniforme ni por el eco de una sirena. Lo suyo era más íntimo, más humano. Era ese impulso inquebrantable de cuidar, de estar para los demás cuando todo lo demás falla. Lo movía el deseo profundo de ser esperanza donde solo había miedo, de ser consuelo donde solo quedaba dolor.

De niño miraba a los patrulleros de su barrio como quien observa a los últimos caballeros de una era olvidada. No eran perfectos, no eran invencibles. Pero estaban ahí, de pie, cuando muchos elegían huir. Para Julián, ese gesto cotidiano era un acto de amor. Soñaba con ser uno de ellos, no para sentirse más fuerte, sino para hacerse más útil.

Entró a la academia con el alma llena de ideales y los bolsillos vacíos, como la gran mayoría de los que elegimos este camino. Aprendió a levantarse antes que el sol, a correr cuando las piernas ya no daban más, a sostener el arma con temblor y responsabilidad. Cada lección, cada caída, cada noche sin dormir, era una cicatriz que lo iba acercando a su verdadera vocación. Cuando por fin recibió el uniforme, lo sostuvo entre sus manos como quien abraza una promesa sagrada.

Julián no era un héroe de película. Era un joven de carne y hueso. Tenía sueños, una madre que lo esperaba con un plato de comida caliente, un perro que movía la cola al oír sus pasos, y una vida sencilla que amaba. Pero cada día que salía a la calle, lo hacía con la decisión serena de proteger, incluso si eso significaba no volver, hasta que un día, esa posibilidad se volvió destino.
Fue una llamada rutinaria, como tantas otras. Una esquina cualquiera, un momento cualquiera. Pero el peligro no siempre avisa. Lo emboscaron. Sin diálogo, sin tregua, sin sentido. Julián cayó cumpliendo su deber, con el corazón firme en su promesa.

En la estación, el silencio no fue solo ausencia de palabras, fue un luto que se metió en los huesos. Sus compañeros, curtidos por la calle y los años, no pudieron evitar que se les quebrara la voz. Y en su casa, el uniforme quedó colgado, con la forma de su cuerpo ausente, como esperando inútilmente su regreso.

Porque la muerte de un policía no es una estadística. Es un padre que ya no vuelve, un hijo que no responderá más llamadas, un amigo que deja un vacío imposible de llenar. Es una comunidad entera que pierde a quien velaba sus noches sin pedir nada a cambio.

Ser policía no es un trabajo: es un acto de fe en la humanidad, en el bien común, en que vale la pena luchar por los demás. En un mundo que a veces se olvida del valor del sacrificio, recordar a Julián no es solo rendirle homenaje. Es mirarnos al espejo como sociedad y preguntarnos: ¿estamos a la altura de aquellos que dan la vida por nosotros?.

Hoy levantamos la voz, no con rabia, sino con reverencia. Por Julián, por su juramento cumplido, por su amor al deber. Por todos los que sueñan con proteger... y lo hacen, incluso cuando el precio es el más alto. Que su memoria nos despierte, y nos recuerde que hay silencios que gritan verdades profundas: la del honor, la del deber, la del amor en su forma más valiente.

La Policía Nacional de Colombia en el municipio de San Juan de Pasto a través del personal de la Seccional de Investigación Criminal e Interpol, realizó una diligencia de registro y allanamiento que permitió la ubicación y recuperación de varios elementos que habían sido hurtados de un establecimiento comercial tipo barbería. En este procedimiento se logró además la captura de dos ciudadanas por el delito de receptación.

Durante el operativo, fueron recuperados dieciséis celulares sin documentación que acreditara su propiedad, seis celulares con reporte de hurto, un televisor, una lámpara de luz en forma de aro, un trípode metálico, una máquina de peluquería y cuatro tijeras metálicas. De igual forma, se incautaron un motor de motocicleta, dos lunas espejo de vehículos, dos espejos de vehículo, un espejo de motocicleta, un tanque de gasolina de motocicleta y un tacómetro de motocicleta.

Es importante resaltar que los elementos recuperados fueron entregados a su legítimo propietario, como parte del compromiso institucional de la Policía Nacional con la restitución de los bienes a la ciudadanía afectada por el delito.

La Policía Nacional continuará desarrollando acciones operativas contundentes que permitan fortalecer la seguridad, proteger el patrimonio de los ciudadanos y garantizar la convivencia.

Durante labores de patrullaje en la avenida Santander, uniformados de la Policía Nacional en Pasto, lograron la captura de un ciudadano de 40 años, quien presuntamente habría hurtado varios equipos tecnológicos pertenecientes a una reconocida empresa del sector.

Los hechos ocurrieron cuando los uniformados, fueron alertados sobre el ingreso de un hombre que de manera arbitraria habría sustraído un computador de mesa, un teclado y un mouse. Por lo cual, los policiales iniciaron una rápida búsqueda, logrando interceptar al ciudadano descrito, portando los elementos reportados como hurtados.

Tras el procedimiento de verificación y registro, representantes de la empresa reconocieron los equipos como propiedad e identificaron al sujeto como el responsable de haberlos desconectado y retirado sin autorización.

La Policía Nacional reafirma su compromiso con la seguridad ciudadana y la protección del comercio local, e invita a la comunidad a seguir denunciando cualquier acto delictivo que afecte la convivencia y la seguridad ciudadana.

En el marco de los operativos de registro y control, contra el tráfico local de estupefacientes, la Policía Nacional, a través de la Seccional de Carabineros y la Policía Ambiental, desplegó una acción táctica en el barrio El Oasis de la ciudad de Neiva, que permitió la captura de un hombre de 33 años de edad y la incautación de estupefacientes.

Durante la intervención, los uniformados con el apoyo especializado del canino Odhil, entrenado en la detección de narcóticos, realizaron una minuciosa inspección por una zona boscosa del sector. Gracias al agudo olfato del ejemplar canino y la experiencia operativa de los uniformados, se logró localizar a un sujeto que se encontraba oculto entre la maleza, en actitud sospechosa.

Al verificar sus pertenencias, se hallaron aproximadamente 250 gramos de marihuana, sustancia que se presume estaba destinada para su distribución en esta zona de la ciudad.

El hombre fue capturado y puesto a disposición de la autoridad competente para su judicialización por el delito de fabricación, porte o tráfico de estupefacientes.

Este resultado evidencia el compromiso y la efectividad de las diferentes especialidades institucionales de la Policía Nacional en su lucha frontal contra el microtráfico, destacando el conjunto de capacidades implementadas a favor de la seguridad y convivencia ciudadana.

El señor Coronel Héctor Jairo Betancourt Rojas indica: "Continuaremos intensificando nuestras acciones operativas para contrarrestar el accionar delictivo, por lo que hacemos el llamado a la comunidad a seguir denunciando de manera oportuna cualquier hecho que afecte la tranquilidad pública".

La estrategia tiene como objetivo brindar información, medidas preventivas y canales de atención frente a los recientes casos de extorsión que han afectado a este sector.

Durante la jornada, los uniformados compartieron recomendaciones claves para identificar y prevenir situaciones de extorsión, así como estrategias para actuar de manera segura en caso de ser víctimas. Además, se enfatizó en la importancia de la denuncia oportuna y se proporcionaron los números de contacto del Gaula para atención inmediata.

Se recordó a los transportadores que, en caso de recibir cualquier tipo de amenaza o solicitud de dinero, deben comunicarse de inmediato a la línea 165, disponible las 24 horas del día, para recibir asesoría y apoyo especializado.

Asimismo, a través del Grupo de Policía Comunitaria se ha creado una red de apoyo con el gremio de transporte público colectivo, para mantener una comunicación más cercana e inmediata frente a posibles situaciones que pongan en riesgo su seguridad.

El señor coronel Milton Andrés Melo González, comandante de la Policía Metropolitana de Villavicencio, hizo énfasis en la denuncia e invitó a los afectados a no ceder a las exigencias económicas de estos actores delincuenciales.