Para ese día, ingresó una llamada al celular institucional de la patrulla del cuadrante donde manifestaba que una casa se estaba incendiando, escuchamos esa alerta por los radios y de inmediatamente fuimos con mi compañero de patrulla nos montamos a la motocicleta y llegamos a la casa de la señora “Teresa”, al momento de llegar las llamas ya habían invadido todas las viviendas, donde se ayudamos al máximo y salvaguardamos la vida de las personas,
Janner, un niño de 10 años fue rescatado por uniformados del cuadrante cuando un fuerte incendio consumía su vivienda. Luego de estar a salvo, el pequeño lloraba por su más preciado tesoro, una bicicleta con la que se transportaba para ir a estudiar. Esta situación conmovió a los policías quienes de inmediato tomaron la decisión de ingresar a la vivienda para tratar de sacar su bicicleta pero lamentablemente todo fue consumido por las llamas.
Nos propusimos entre las patrullas del sector ayudarle a esta señora para poder levantarle un techo mediante corazones nobles que donaron y logramos así construirle un hogar digno a “Teresa” y entregarle una nueva bicicleta para que este niño pudiera continuar con sus sueños que solo se logran con estudio y responsabilidad.
Cuando se ingresa a la Institución se adquiere una vocación y un servicio policial hacia la comunidad que ven en nosotros confianza y apoyo mediante la prestación de un servicio oportuno porque nosotros somos el ejemplo de ellos, su ayuda, su hombro, su soporte, aseguró uno de estos policías.